Snacks, bollería industrial o galletas industriales y otros alimentos ultraprocesados quedarán desterrados de los menús infantiles servidos en hospitales así como en residencias. Es la nueva acción del ministerio de Consumo, que sigue la estela del Real Decreto de Comedores escolares, y que pretende garantizar una alimentación saludable en hospitales y en residencias de mayores.
“Vamos a garantizar menús saludables y sin ultraprocesados para todos los niños y adolescentes que estén ingresados en centros hospitalarios”, ha señalado el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy. El ministro ha hecho el anuncio este miércoles en el acto Plan de aceleración para detener la obesidad, organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad. El Real Decreto, avanzado por el ministro, contempla la retirada de ultraprocesados en los menús ofrecidos a niños y adolescentes en los hospitales. El texto en el que se trabaja quiere también limitará este tipo de productos en los menús infantiles servidos en cafeterías de los centros sanitarios y comedores abiertos al público.
Se establecerán unos criterios mínimos de calidad nutricional. Así, aquellos productos con una “formulación industrial compleja con ingredientes transformados, aditivos o perfiles nutricionales con alto contenido en grasas saturadas, azúcares o sal” se verán “limitados”, precisa la nota hecha llegar a los medios de comunicación. De este modo, determinados productos de bollería industrial, bebidas azucaradas o galletas industriales desaparecen de los menús infantiles en hospitales.
Para Bustinduy se debe erradicar la “incoherencia” de que los hospitales ofrezcan alimentos ultraprocesados, ya que “son perjudiciales para la salud”
El ministro ha avisado que el aumento de consumo de estos alimentos “representa una amenaza sistemática para la salud pública”. En este sentido, un reciente y amplio análisis de la revista The Lancet avisaba del peligro que el consumo de ultraprocesados supone para la salud por el aumento de riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 o mortalidad prematura, además de desplazar de manera acelerada los patrones dietéticos saludables.
Entornos saludables
La idea del ministerio es caminar hacia una “transición a entornos alimentarios saludables” porque a pesar de la evidencia de los efectos que producen estos productos, no hay “ningún control” sobre ellos, ha lamentado el ministro. En este sentido, el ministerio de Consumo se ha erigido como “pionero” en acciones para actuar contra ello. Bustinduy ha señalado que el sector público debe liderar la transición hacia entornos alimentarios saludables, convencido de que es “incomprensible que no exista ningún tipo de control sobre estos alimentos, existiendo una evidencia tan amplia sobre sus efectos” y de que “son los poderes públicos los responsables de crear entornos en los que tomar decisiones saludables sea sencillo y accesible”.

