Por primera vez en España, el hospital del Mar, en Barcelona, ha utilizado tecnología láser en la intervención de un paciente afectado por epilepsia. Esta técnica evita la necesidad de practicar una craneotomía, una cirugía abierta que implica lesiones en partes del cerebro para llegar a las estructuras más profundas, con lo que se reducen los riesgos y la recuperación del paciente es mucho más rápida.
La epilepsia afecta al 3% de la población y el 30% de los casos corresponden a pacientes resistentes al tratamiento farmacológico. Estos pueden se sometidos a cirugía con intención curativa –cuando las crisis epilépticas se originan en un foco determinado del cerebro- o paliativa, con la finalidad de reducir la frecuencia, intensidad y duración de las crisis en la epilepsia multifocal, sin un punto de origen determinado.
La callostomía consiste en quemar parte del cuerpo calloso del cerebro para limitar la comunicación entre los dos hemisferios
“Aquí encontramos la cirugía de desconexión, consistente en seccionar circuitos que sabemos que están implicados en la propagación de las crisis. En este caso, seccionamos el cuerpo calloso [estructura de fibras nerviosas que coordina las funciones de los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo] para interrumpir la propagación de la epilepsia de un hemisferio cerebral a otro”, explica la neurocirujana Nazaret Infante, que lideró, junto a Carlo Marras, jefe del servicio de Neurocirugía del Mar, el equipo que ha practicado las dos primeras callostomías asistidas por láser; la primera, el pasado 7 de octubre.
“No ha habido complicaciones, los pacientes se han recuperado de forma rápida y evolucionan bien. Ahora necesitamos un tiempo prudencial para saber los resultados de las cirugías en el control de las crisis epilépticas”, afirma la doctora.
La planificación mediante imágenes 3D de las arterias y venas es esencial para planificar las trayectorias de las dos o tres sondas láser que se introducen en el cerebro, con la ayuda de un sistema robótico, por orificios de unos 3 mm. Mediante fibra óptica, los extremos de las sondas se calientan a temperaturas de entre 60 y 80 grados para provocar la ablación de la zona concreta del cuerpo calloso seleccionada (situada a unos 6-7 cm de profundidad con respecto al cráneo), sin afectar a otras áreas del cerebro.
El hospital del Mar, centro de referencia en España y Europa, realiza entre 50 y 60 intervenciones a pacientes con epilepsia al año. “Esta técnica evita todas las complicaciones asociadas al abordaje quirúrgico”, indica Infante. “Se trata de un tipo de cirugía más segura para el paciente, que recibe el alta en dos días, mientras que el abordaje habitual prolonga la estancia en el hospital durante más de una semana”, afirma Marras.
Rodrigo Rocamora, Nazaret Infante y Carlo Marras
Se trata de pacientes que no responden a la terapia farmacológica y tienen recaídas muy frecuentes que pueden tener consecuencias graves. Reduciendo la frecuencia y la intensidad de las crisis epilépticas, la cirugía busca una clara mejora en su calidad de vida.
El hospital del Mar fue pionero en España en la introducción de la ablación láser en neurocirugía, en el 2019. “Vas cogiendo experiencia y ampliando su uso, cada vez a pacientes más complejos”, afirma Nazaret Infante. Al mismo tiempo, el programa de Epilepsia del centro lidera el desarrollo de la cirugía de epilepsia en el país, habiendo introducido diversas técnicas, quirúrgicas, desde la robótica hasta el uso del láser.


