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Desconcierto en Collserola

Crisis ganadera

Puede que sea por desconocimiento. O porque las advertencias institucionales han llegado con argumentos que cuestan entender a la primera. O, sencillamente, porque solo hacía un día que había saltado la noticia de que se han encontrado seis jabalíes fallecidos por la peste porcina en Collserola. La cuestión es que durante toda la mañana de ayer se vivieron, con bastante desconcierto, las restricciones de acceso en caminos y senderos del parque natural en el término de Sant Cugat del Vallès.

Muchos de los ciclistas y excursionistas no entendían por qué no podían circular por los caminos y senderos habituales de Can Borrell y Can Caldés, ya que tenían el uso restringido. Algunos se saltaban la prohibición a la torera, ajenos a que esto podría empeorar la crisis sanitaria.

Algunos se saltan la prohibición de paso a la torera, ajenos a que esto puede empeorar la crisis

Joan es un ciclista que viene de Cerdanyola del Vallès, montaña a través, hasta llegar al camino de Can Borrell, que ha quedado cortado al paso. “¡Ostras!, no sabía que había tantas restricciones en Sant Cugat. En Cerdanyola estaba todo abierto y me sorprende que aquí haya tantos problemas para hacer deporte”, comenta, inquieto, porque desconoce si hay vigilancia policial o si se enfrenta a alguna multa.

A unos tres quilómetros de distancia, pero aun en la falda de Collserola, Marta y sus dos amigas habían quedado para caminar alrededor de la escuela L’Avenç. Era su excursión de cada sábado, pero ayer toparon con caminos con una cinta policial y con un cartel que advertía: “Zona de vigilancia. Peste porcina africana. Prohibido el paso a la zona forestal. Si encontráis jabalíes muertos, no los manipuléis y avisad al 112”. Ante este panorama surgió el debate grupal: “Si esta enfermedad no se transmite a humanos, ¿por qué no podemos pasear como siempre hacemos? No tienen ningún sentido”. El Departament d’Agricultura advierte, además, que si se pisa en una zona contaminada o se manipula un jabalí enfermo y luego hay contacto con cerdos, aunque parezca una posibilidad remota, estos se podrían contagiar. Las tres amigas, al final, dan media vuelta y deciden no arriesgarse y optan por pasear cerca del Auditori, en un entorno más urbano y tomar un vermut.

Cartel de aviso en las inmediaciones del parque de Collserola

Joan Mateu Parra / Shooting

Desde el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès destacan que ya se han intensificado los trabajos de seguridad para garantizar los límites. “Pedimos a la ciudadanía que haga caso a las autoridades. Estamos destinando recursos a todos los puntos principales de acceso a Collserola y nos vamos moviendo para poder avisar al máximo de gente”, apuntan fuentes municipales.

Las restricciones no afectan a la actividad comercial y, por ahora, es posible acceder a los restaurantes de la zona. Este lunes se prevé que el colegio Avenç abra con normalidad. Alfred March, payés de la cooperativa La Rural de Collserola, destaca que, “por ahora, los agricultores del parque no hemos recibido ninguna consigna ni ninguna prohibición para movernos por nuestras tierras”. Así que, hasta que haya una nueva orden, seguirán cuidando de sus campos, sin miedo a la peste porcina.