Los alumnos de 4º de la ESO se dividirán en dos aulas en la clase de matemáticas en función de la exigencia de la materia. Los alumnos que deseen optar a un bachillerato de ciencias y tecnología tendrán que decantarse por las matemáticas avanzadas. En cambio, el resto, bachillerato de ciencias sociales, humanístico o ciclos de formación profesional (FP) podrán escoger, si así lo desean, un nivel de matemáticas no tan exigente ni abstracto, más competencial y más vinculado a la realidad.
Esto es así después de la sentencia 2859/2025 publicada por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) el pasado mes de octubre que obliga a rectificar en los currículums actuales, diseñados en el 2022 por la conselleria de Josep Gonzàlez Cambray, y que obviaron la obligación de esta opcionalidad.
El TSJC ordena a que se modifique el decreto de la ESO mientras permanece la polémica del de bachillerato
La sentencia impugna el apartado 10.1 h) del decreto 175/2022 de Ordenación de los estudios de la Educación Básica “sobre la materia única de matemáticas” al considerar que “no se ajusta a la normativa básica, que prevé las opciones de matemáticas A y B”. En concreto, establece que la organización del 4º curso se estructura en dos líneas, la A y B, en función de la elección de cada estudiante, en un curso que es orientador y por consiguiente su organización atiende a dicha finalidad”. De este modo, el TSJC da la razón en este asunto, hay otras demandas que desestima, al recurso presentado por el sindicato Professors de Secundària (aspepc·sps).
Fuentes de Educación confirman que están trabajando ya en un borrador de decreto de currículum para la ESO para incorporar el desdoblamiento en esta materia. Debido a que el periodo de tramitación de un decreto suele prolongarse durante nueve meses, es posible que el cambio no alcace de forma oficial al próximo curso. La sentencia no imprime urgencia al respecto.
Otro decreto reciente que el departamento ha tenido que modificar porque tampoco se ajustaba a la Lomloe es el de bachillerato, también del 2022. Este cambio ha generado una fuerte polémica y el rechazo de buena parte de profesores de ciencias, lengua y filosofía por la pérdida de horas que supone a sus asignaturas. Este se encuentra en la fase final de tramitación y previsiblemente el borrador definitivo se presente en enero, según fuentes de Educación. Entre los cambios que exige el requerimiento del Ministerio de Educación, que ERC no atendió en su momento, se encuentra la fusión de materias científicas en el primer curso
