Un total de 3.953 individuos fallecieron por suicidio en 2024. Cada uno de estos decesos simboliza una existencia truncada por una problemática de raíces complejas, la cual inflige un dolor intenso tanto a quienes la experimentan como a sus allegados. 2.902 varones se quitaron la vida y 1.051 féminas, de acuerdo con las cifras difundidas el miércoles por el INE, las cuales detallan las estadísticas finales por motivo de fallecimiento.
Estas vidas perdidas representan una disminución aproximada del 3,96%, lo que equivale a 163 fallecimientos menos, en comparación con el año previo (4.116). Este es el segundo año consecutivo de descenso, después de haber registrado un pico histórico en 2022 (4.227. A pesar de esto, estas cifras implican que 11 personas mueren cada día. Las proyecciones preliminares divulgadas a mitad de año indicaban que la cifra de suicidios sería de 3.846. Sin embargo, los exámenes post mortem llevados a cabo durante el año han corroborado un número mayor, como suele suceder en los recuentos finales.
The most susceptible demographic continues to be individuals over 65, accounting for 1.162 fatalities. This figure constitutes nearly one-third of all suicide deaths in 2024. “Existe una mayor concentración de factores de riesgo, como la soledad no deseada, la retirada del empleo, ingresos bajos y la percepción social negativa sobre la vejez, que a menudo va ligada a sentimientos de inutilidad”, states psychologist and President of the Papageno Association, Daniel López, to Guyana Guardian.
Otro elemento que influye en las elevadas tasas de suicidio entre las personas mayores, no solo en España sino globalmente, es que “sus decisiones son más firmes y suelen utilizar métodos más letales”.
A través de todos los grupos de edad, los varones continúan presentando tasas de suicidio más elevadas que las féminas, con una relación que se mantiene en torno a tres hombres por cada mujer. Este fenómeno, denominado la paradoja de género, evidencia que, si bien tres de cada cuatro fallecimientos por suicidio se dan en hombres, se calcula que tres de cada cuatro tentativas son efectuadas por mujeres.
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El género no es la única razón de este suceso, ya que, según los especialistas, el suicidio está influenciado por aspectos sociales, culturales, económicos, familiares, personales y médicos. No obstante, una de las teorías del psicólogo Daniel López sugiere que “los hombres suelen recurrir a métodos más agresivos y letales, mientras que muchas mujeres optan por vías de evasión del sufrimiento, no necesariamente la búsqueda activa de la muerte”. Adicionalmente, otras razones potenciales incluyen la reticencia de los varones a solicitar asistencia o a manifestar sus sentimientos.
Noventa jóvenes han decidido quitarse la vida.
Las cifras muestran un incremento en las muertes dentro del grupo etario más joven. Noventa jóvenes en total se quitaron la vida, y de ellos, doce tenían menos de 15 años. Esto representa un incremento de 14 suicidios adicionales en comparación con el año previo (individuos menores de 19 años). Según López, la cantidad de suicidios en adolescentes se debe a la “visibilización excesiva” de la cuestión, abordándose frecuentemente desde el “sensacionalismo”. “En estas franjas de edad, el enfoque debería centrarse más en fortalecer los factores de protección, pero, a menudo, se hace lo contrario: hablar del suicidio sin pensar en el cómo”.
La investigación Factores de riesgo y protección en conductas suicidas entre los jóvenes estudiantes de Catalunya, realizada por el Observatori Social de la Fundació “la Caixa”, examina las dificultades emocionales y los pensamientos suicidas en individuos de 16 a 22 años. Las conclusiones revelan que el 30,6% de los encuestados, de un grupo de más de 3.000, había tenido pensamientos de quitarse la vida y un 10,6% había intentado hacerlo al menos una vez.
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Regina Vila Badia, psicóloga postdoctoral en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu y coautora de la investigación: “Nos preocupa que más de la mitad de los jóvenes con ideaciones nunca lo han verbalizado con nadie de su entorno. Hemos de crear espacios seguros para poder hablar de los malestares en las relaciones familiares y sociales y, a su vez, proporcionar servicios accesibles a las necesidades de los adolescentes”.
Una de las principales conclusiones del estudio resalta la influencia del trauma infantil y adolescente en los pensamientos suicidas. Las experiencias traumáticas en la niñez impactan considerablemente el desarrollo cerebral y se vinculan de forma generalizada con diversas patologías mentales, además del suicidio. Entre los elementos de mayor importancia, se destaca el abuso emocional, que se manifiesta en el 24,8 % de las situaciones, y que puede originarse tanto en el ámbito familiar como, de forma notable, entre compañeros en el entorno educativo (acoso escolar).
