La orden ejecutiva subraya las intenciones vigentes de la entidad para retornar ciudadanos de Estados Unidos a la superficie de la Luna en el año 2028 y dar inicio a la construcción de un asentamiento duradero para 2030. El documento igualmente ratifica el compromiso de la NASA con la propulsión nuclear en el espacio, disponiendo la alistamiento de generadores nucleares para su despegue en 2030.
La directiva emitida el jueves ordena la disolución del Consejo Nacional del Espacio (National Space Council), cediendo sus competencias a la Oficina de Política Científica y Tecnológica. Dicha entidad, establecida inicialmente en 1989, tenía la responsabilidad de aconsejar al presidente sobre la política espacial y su ejecución.
El decreto tiene como objetivo además fomentar el desarrollo de tecnología de defensa antimisiles avanzada para 2028, como parte de la iniciativa Cúpula Dorada (conocida en inglés como Golden Dome) de Trump. Adicionalmente, se proyecta captar una inversión de al menos 50.000 millones de dólares en los mercados espaciales de Estados Unidos para el mismo plazo.
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La directiva propone una estrategia completa que aborda diversas facetas de la política espacial, abarcando modificaciones en la compra de bienes espaciales por parte del gobierno y la asignación de fondos a sectores tecnológicos esenciales.
A comienzos de este año, el gobierno planteó desmantelar la estructura actual de Artemis para el retorno a la Luna, proponiendo sustituirla por opciones comerciales más económicas. No obstante, congresistas de ambos partidos, republicanos y demócratas, se unieron en defensa del programa, señalando que su reducción mermaría la supremacía de Estados Unidos frente a China en la competencia espacial. Beijing tiene previsto enviar sus propios cosmonautas a la Luna antes de que concluya esta década.
Es importante señalar que el programa de aterrizaje lunar Artemis ha enfrentado objeciones de personalidades destacadas como el director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, y el propio administrador de la NASA, Jared Isaacman —un ejecutivo multimillonario del ámbito de la tecnología financiera antes de su incorporación a la agencia—. Ambos han sostenido que hay métodos más económicos para regresar a la Luna.