Las Claves
- El análisis del IRB y la UB descarta vínculos entre las muestras del laboratorio CReSA y los jabalíes infectados.
- Los investigadores identificaron una posible
El análisis genético del virus de la peste porcina africana (PPA) efectuado por el Institut de Recerca en Biomedicina (IRB) de la Generalitat y la Universidad de Barcelona (UB) no detectó vínculos entre las 17 muestras estudiadas del laboratorio del Centro de Investigación de Sanidad Animal IRTA-CReSA de Cerdanyola del Vallès y las localizadas en los jabalíes examinados. Aún faltan por evaluar dos muestras extras del CReSA, que han estado congeladas por cinco años y que los técnicos juzgan “improbable, pero no imposible” que representen el inicio de la emergencia de PPA. Los datos de la secuenciación de dicho par de muestras se aguardan para la segunda semana de enero.
Esta información ha sido validada este martes por Cristina Massot, secretaria general del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Genealitat, y por el profesor de investigación del IRB Toni Gabaldón, quien lideró dicha secuenciación. La consellería permanece a la espera de los informes del laboratorio nacional de referencia de la PPA, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete-Madrid, con el objetivo de corroborar los datos obtenidos.
Nueva variante de la PPA
Los especialistas del IRB determinan que esto supondría una versión inédita o una que no se haya detallado con anterioridad.
De acuerdo con lo expuesto por Gabaldón, el material genético del patógeno hallado en los jabalíes muestra “hasta 27 mutaciones que no están en las muestras analizadas del laboratorio y una gran pérdida del genoma del virus. Estas mutaciones son una divergencia que tarda muchos años en aparecer, ya que se trata de un virus que muta muy lentamente”, lo cual posibilita asegurar que “se podría tratar de una cepa del virus de la PPA nueva o no descrita hasta ahora”. El agente infeccioso detectado en estos animales, precisó Gabaldón, pertenecería al genotipo 2, vinculado a la cepa Georgia 2007, empleada habitualmente por el CReSa en sus estudios. Dicho genotipo se fragmenta en 28 variedades y la que ha sido analizada, de ser validada por el centro de referencia, representaría la número 29. Gran parte de las versiones previas únicamente han provocado un episodio epidémico y es probable que existan otras todavía sin documentar o identificar.
Este perfil genético exhibe más coincidencias con diversos casos puntuales registrados en países de Europa del Este y Asia, como Rusia, China o Tailandia, lo que señalaría, según los investigadores, que consiste en una versión reciente o no catalogada hasta el momento.
Ordeig demanda “prudencia” aunque el IRB descarte que el núcleo de PPA no provenga del Irta-CReSA.
Un factor adicional que sugiere la existencia de una variante inédita es que los ejemplares virales de los jabalíes se contrastaron con más de 800 variantes globales de registros públicos, y el hallazgo fue igualmente negativo. Esto es más evidente si se considera que se compararon con virus de origen vacunal, arrojando el mismo desenlace.
Así pues, la fuente de la epidemia permanece como un enigma y los dos directivos ya han alertado que “quizás no se llegue a saber nunca de dónde llegó el virus, cosa que ya ha sucedido en otros brotes de PPA”. La única certeza, enfatizó Gabaldón, es que con el conocimiento existente hoy “y a la espera del resultado oficial del Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete-Madrid, para confirmar los resultados obtenidos por el IRB, no se puede trazar el camino del laboratorio del CReSA hacia el brote”. Al respecto, el propio Gabaldón ha expresado que “le sorprendería mucho que los resultados del LCV fueran distintos a los del IRB”.
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De este modo, mientras se aguardan los resultados de la secuenciación formal, la Generalitat planea examinar un mayor número de ejemplares con el fin de definir con mayor precisión la variante responsable de la propagación e intentar determinar su procedencia. Asimismo, Cristina Massot ha señalado que incluso se están llevando a cabo test serológicos en los jabalíes para comprobar si alguno ha desarrollado defensas contra el patógeno, lo que representaría un dato negativo y que hasta ahora no ha ocurrido.
En relación con los rasgos de esta potencial variante reciente del virus de la PPA, Toni Gabaldón ha manifestado que “parece ser una cepa con poca virulencia que no está causando demasiada mortalidad”. Cabe señalar que hasta ahora se han hallado 29 restos de jabalí sin vida, localizados íntegramente en un área de 0 a 6 kilómetros. Según Gabaldón, esta situación concuerda con la progresión natural de los virus “que se vuelven menos mortales, pero más contagiosos, pues lo que quieren es mantener vivo al huésped hasta que consiguen infectar a otro y así reproducirse”.
Origen del brote
La teoría más probable en la actualidad es que los jabalíes tuvieron contacto con residuos cárnicos infectados. Aún resta por determinar la forma en que ocurrió dicho acontecimiento.
Por otro lado, el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, sostuvo en una posterior rueda de prensa que, si se ratifica de forma oficial que el virus no ha abandonado el CReSA, “serán los científicos los que dirán qué actuaciones hay que realizar en el futuro y que las nuevas secuenciaciones darán pistas sobre cómo actuar en el radio de 0 a 6 km, en el de los 20 km y fuera de ambos”.
Respecto al inicio de la epidemia, Ordeig ha subrayado que todas las teorías siguen vigentes, contemplando incluso que los jabalíes tuvieran contacto con productos cárnicos infectados. Siguiendo la tendencia global, el Govern considera que la posibilidad más factible es la llegada del patógeno mediante elementos infectados, sobre todo comida derivada del cerdo, un método que ya se señaló como factible en focos hallados previamente en diversas naciones de Europa. Bajo esta premisa, Ordeig ha enfatizado que “es muy difícil que haya sido con algún alimento producido en Catalunya o España, pero todas las opciones están en estudio, incluida que provenga de alguna explotación de autoconsumo o que haya entrado algún alimento contaminado por un puerto o aeropuerto. Todas se van a estudiar”.
Indemnizaciones
El Govern destina 4,8 millones tras la detección de dermatosis nodular contagiosa.
El conseller Ordeig asimismo comunicó que a lo largo de estas dos jornadas se abonarán compensaciones a los productores de bovino perjudicados por la epidemia de dermatosis nodular contagiosa, sumando 4,8 millones de euros, mientras que el 1,5 millones restante se liquidará en el transcurso de enero. Igualmente, señaló que las limitaciones en la zona de Cassà de la Selva finalizaron el 26 de diciembre y el 8 de enero concluirán las del entorno de Castelló d'Empúries, a excepción de una fracción del área que seguirá con medidas restrictivas al integrarse en el perímetro de seguridad de Francia, país donde aún se localizan brotes recientes de la patología.