Los estudios en diseño de videojuegos y arte digital abren un abanico de posibilidades profesionales en un sector que sigue creciendo a un ritmo acelerado. La industria de los videojuegos no se limita únicamente a la creación de juegos para consolas u ordenadores, sino que abarca una amplia gama de ámbitos, como el desarrollo de aplicaciones móviles, la creación de realidad virtual y aumentada, así como la animación para cine, series y publicidad.
La demanda de profesionales formados en este campo es alta, ya que las empresas buscan perfiles capaces de combinar habilidades técnicas y creativas. Existen diversas opciones para formarse en este ámbito, y una de ellas es la formación profesional que ofrece ENTI, con su ciclo superior en Animación 3D, Juegos y Entornos Interactivos (AJEI) y el ciclo superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma – Perfil Videojuegos y Ocio Digital (DAM-VIOD).
El ciclo DAM-VIOD forma a los estudiantes en el desarrollo de aplicaciones multiplataforma con una especialización en videojuegos y ocio digital, proporcionando una base sólida en programación. Según el profesor Rafa Laguna, los alumnos pueden trabajar tanto en aplicaciones de escritorio como en móviles, y profundizar en bases de datos y sistemas operativos. Esta formación multidisciplinaria les permite acceder a una gran variedad de opciones laborales, ya que “los conocimientos de programación son profundos y multidisciplinares, lo que les permite moverse en múltiples oportunidades profesionales y especializarse en lo que prefieran”.
Una clase con el profesor Rafa Laguna
Por otro lado, el profesor Alberto Alegre Mora destaca la diversidad de salidas laborales, que incluyen trabajos como Tester, Programador, Modelador, Concept Artist, así como otros sectores relacionados, como el diseño de productos, publicidad, diseño web, ilustración o animación para cine y televisión.
Colaboración entre estudiantes
Los estudiantes de los ciclos DAM-VIOD y AJEI trabajan juntos en prácticas grupales, lo que facilita la creación de equipos multidisciplinarios que simulan entornos profesionales. El profesor Laguna afirma que “las prácticas grupales que combinan ambos ciclos son las más interesantes, ya que los estudiantes deben aprender a gestionar diferentes formas de pensar y maneras de resolver problemas”.
Los alumnos utilizan herramientas de gestión de proyectos y documentación, y participan en actividades como las gamejams, donde deben crear un videojuego en menos de tres días, de manera que así tienen que trabajar de forma rápida y compartiendo ideas.
Por su parte, Alegre también destaca que en el primer curso ya se imparten asignaturas comunes, y que en el segundo se fomenta la creación de grupos multidisciplinarios para el proyecto final de curso, donde se combinan alumnos de AJEI y VIOD. “En el segundo curso, desde el primer día, planifican el proyecto final con el objetivo de crear equipos de 2 alumnos de AJEI y 2 de VIOD”, comenta.
Ambos profesores coinciden en la importancia del trabajo en equipo para los futuros profesionales de la industria de los videojuegos. Laguna explica que “aprender a trabajar en equipo es crucial. Aunque termines trabajando solo, siempre tendrás que comunicarte con profesionales de otras áreas, como arte, música o marketing”.
Mora complementa esta idea asegurando que no solo es importante la parte técnica, sino también saber comunicarse con personas de distintos niveles y especialidades. “Los equipos de videojuegos no solo están formados por programadores y artistas, sino también por personas de departamentos como administración, marketing, finanzas o incluso legal”, añade.
Fomento de la creatividad y la innovación
Una de las claves para la formación de un profesional en videojuegos es potenciar su creatividad e innovación. Rafa Laguna destaca que los estudiantes deben conocer diferentes ámbitos de la profesión para generar ideas más creativas. “No solo les enseñamos a hacer videojuegos, sino que los animamos a experimentar con géneros de juegos que no les gustan, lo que también puede aplicarse a otros aspectos de sus aficiones”, señala.
Por su parte, Alegre comenta que se anima a los estudiantes a ampliar su cultura sobre el mundo del entretenimiento. “Se les recomienda ver películas y series variadas, no solo las más populares, y jugar a juegos de mesa. Así, construyen una amplia biblioteca interna de experiencias que pueden inspirarlos para sus propios proyectos”, explica.
Prácticas externas
Realizar uno de estos ciclos formativos también ofrece muchas oportunidades para prácticas externas. Rafa Laguna menciona que estas prácticas incluyen tareas como QA (Quality Assurance) o desarrollo web, además de colaboraciones con estudios de videojuegos. “Durante el curso, los estudiantes pueden participar en eventos donde conocen a profesionales del sector, como la Indie Dev Day o Retrobarcelona”, explica. Además, el centro organiza la “DemoDay”, un evento en el que los estudiantes presentan sus proyectos a empresas del sector.
Imagen de la DemoDay de ENTI
Alegre agrega que el centro ofrece prácticas dentro del sector de los videojuegos y organiza oportunidades de networking, además de proporcionar recursos a los estudiantes para que puedan publicar sus proyectos o continuar desarrollándolos con un publisher. “Las prácticas y el networking organizado por ENTI ayudan a los estudiantes a acceder al sector con mucha más facilidad”, concluye.
En ambos ciclos formativos, los estudiantes deben llevar a cabo proyectos finales donde demuestran todo el conocimiento adquirido. Los proyectos finales suelen ser videojuegos en los que los alumnos aplican todo lo aprendido, desde la programación hasta el diseño de juegos, niveles y el uso de bases de datos. Además, se organizan hackathons como las gamejams, que “ayudan a fomentar la creatividad y a experimentar con nuevas ideas”, concluye Alberto Alegre.