La mayor parte de los niños se incorporan a la actividad escolar y recuperan las rutinas sin problemas, pero en algunos casos, el estrés de volver a la escuela puede desencadenar lo que se denomina ‘Síndrome posvacacional’ que puede provocar problemas de adaptación. Además, la vuelta a la rutina se hace un poco cuesta arriba por lo que en este articulo vamos a aportar una serie de consejos para un regreso seguro al colegio este septiembre.
Tal y como indica el doctor Isidre Casals, del Servicio de Pediatría del Hospital Universitari General de Catalunya, en Barcelona, “el largo período estival de casi tres meses del que disfrutan nuestros niños puede hacer que pierdan algunos hábitos que deberán recuperar al volver a la escuela”.
Considera precisamente que uno de los hábitos que deberán recuperar es el de tener un horario y unas obligaciones para llevar a cabo la actividad escolar, a diferencia de la flexibilidad propia de las vacaciones. “Deben acostumbrarse de nuevo a una rutina que es necesaria y es beneficiosa para ellos, pero, en alguna ocasión, pueden presentar dificultades al reiniciarla”.
Dice, por ejemplo, que cuando aparece el síndrome posvacacional en los niños este tipo de casos requieren un enfoque personalizado y de una incorporación progresiva a la actividad escolar con horarios, obligaciones y deberes. “Se debe insistir en que la rutina escolar es beneficiosa y acompañarlos en su reincorporación a la escuela prestándoles la ayuda que necesiten”, remarca el doctor Isidre Casals
Problemas de adaptación
El estrés de volver a la escuela puede desencadenar lo que se denomina ‘síndrome posvacacional’

Doctor Isidre Casals, del Servicio de Pediatría del Hospital Universitari General de Catalunya, en Barcelona.
Empezar por el sueño
Así, indica que el sueño es uno de los primeros aspectos a los que debemos hacer frente con la vuelta al cole porque en verano seguramente nos hemos ‘descuidado’ y hemos sido más laxos con los horarios de ir a la cama y de despertar.
“Debido a una mayor flexibilidad de los horarios y a una mayor duración de la luz solar, las rutinas de sueño de los niños se alteran con frecuencia. Es más difícil llevarlos a la cama cuando todavía es de día y, además, hay múltiples actividades para hacer. Al volver a la escuela se requiere reiniciar las rutinas necesarias para la actividad lectiva y debe hacerse de forma paulatina”, aconseja.
Adaptación al nuevo ritmo de vida
Al volver a la escuela se requiere reiniciar
de forma paulatina las rutinas necesarias para el retorno a la actividad lectiva
A su juicio, es también preferible evitar un cambio brusco el día anterior al inicio de la escuela. “Lo indicado sería que los días previos se empezase a modificar poco a poco la rutina, llevando a los niños a dormir más pronto para que se vayan acostumbrando a conciliar el sueño a una hora más razonable, y llegar habituados al día de inicio de la escuela. Para este propósito se requiere evitar la actividad intensa después de la cena, y sustituirla por una más tranquila”.
Evitar las pantallas y llevarlos a la cama siempre a la misma hora
Aquí destaca el especialista de Quirónsalud que “están completamente contraindicadas las pantallas”, ya que se ha demostrado ampliamente que son perjudiciales para el desarrollo del niño, al tiempo que dificultan la conciliación del sueño. Esto es debido, según explica, a que la luz que emiten inhibe la secreción de melatonina, principal hormona del sueño.
Por eso, el doctor Casal sostiene que para restablecer la rutina es recomendable llevar a los niños a dormir a la misma hora, y siempre en el mismo sitio, sin desplazarlos. “Es preferible que aprendan a dormir solos y nos podemos ayudar con algún elemento externo que los ayude a dormir (un muñeco, un trozo de tela, etc). Si se despiertan iremos a tranquilizarlos, pero es mejor no moverlos de sitio ni encender la luz”, remarca el especialista.
La alimentación, clave para el rendimiento escolar
Por otro lado, el pediatra subraya la importancia de que los menores mantengan una buena alimentación para un óptimo rendimiento escolar. “Los niños deben estar bien nutridos para afrontar la actividad escolar con garantías. Las frutas y las verduras deben tener un papel relevante en la dieta escolar siempre, ya que son la fuente principal de los nutrientes y de las vitaminas necesarias para la actividad intelectual”, resalta.
Dieta equilibrada
Es muy importante que los niños tengan una buena alimentación para lograr
un óptimo rendimiento escolar
Igualmente, resalta que son importantes las proteínas y los hidratos de carbono que nos proporcionan la energía necesaria para el desarrollo físico y muscular de los niños. “Un plato saludable en la comida o en la cena debería tener un 50% de verduras y de hortalizas, tanto cocidas como crudas; un 25 % de proteínas saludables, que incluyen legumbres, pescado, huevos, carne de ave y, en menor medida, carne roja”, defiende.
Es más, apunta que el 25 % restante deberían ser hidratos de carbono y farináceos, incluyendo cereales preferiblemente integrales, y tubérculos. “Además, se debe beber agua con las comidas, y utilizar aceite de oliva para cocinar y en las ensaladas. El mejor postre es la fruta fresca”, destaca el doctor Casals
Asimismo, cree que se deben evitar los alimentos procesados, “ya que son ricos en grasas”, y también lo que se denominan como ‘alimentos con calorías vacías’. “Es decir, los que proporcionan únicamente calorías, pero sin ningún valor nutricional, como las bebidas azucaradas, los zumos industriales, las galletas, o la bollería industrial”, remarca. Cree que tampoco deberían formar parte de la dieta de los niños los alimentos ricos en azúcares, sal, o grasas poco saludables.
Piojos e infecciones víricas
Por otro lado, al volver de las vacaciones los niños vuelven a tener contacto entre ellos y esto hace que las infecciones, sobre todo víricas, aparezcan de nuevo y se transmitan con facilidad: “Es importante que si un niño presenta una infección de este tipo permanezca en su casa y no vuelva a la escuela hasta después de 24 horas de que haya desaparecido la fiebre, para evitar que la infección se propague a los otros niños”.
Igualmente, el doctor Casals cree que se debe evitar dar un antitérmico a los niños para que baje la fiebre, y después llevarlos a la escuela, ya que esto favorece el contagio de los niños de la clase. “Las medidas de higiene, como el lavado de las manos, son básicas para evitar la propagación de enfermedades, y deben formar parte de las actividades rutinarias de las escuelas. Además, se debería enseñar a los niños esta técnica para que la incorporen en sus actividades habituales de forma natural”, resalta.
Finalmente, el especialista habla de los piojos, “uno de los temores de los padres de los niños en edad escolar”, es frecuente el contagio en las escuelas debido a la proximidad de los niños lo que facilita que este parásito pase de un niño a otro con facilidad.
En este sentido, mantiene que la medida más efectiva para evitar el contagio es la vigilancia de los casos que aparezcan y el aviso a las familias del resto de niños que comparten clase con el afectado. “De esta manera, los padres pueden revisar si hay piojos o liendres, y se puede iniciar el tratamiento rápidamente evitando que se propague el parásito”, concluye.