¿Quién no ha sufrido alguna vez dolor de espalda? Con el paso del tiempo, el sedentarismo o las largas jornadas en posiciones inadecuadas, esta molestia se convierte en una de las principales causas de consulta médica, tanto en atención primaria como en traumatología.
“El 80% de la población experimentará dolor lumbar en algún momento de su vida, y una proporción significativa de estos casos está relacionada con la actividad laboral”, explica el Dr. Christian Yela, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitari General de Catalunya – Grupo Quirónsalud, en Sant Cugat del Vallès.
Este especialista identifica cuatro factores clave que pueden desencadenar el dolor de espalda:
- Posturas inadecuadas o mantener una posición incorrecta durante largos periodos.
- Movimientos repetitivos, que pueden provocar microtraumatismos en la musculatura dorsal.
- Levantamiento incorrecto de cargas, que incrementa el riesgo de lesiones lumbares.
- Sedentarismo, que debilita la musculatura de sostén de la columna, haciéndola más vulnerable.
Doctor Christian Yela, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitari General de Catalunya – Grupo Quirónsalud, en Sant Cugat del Vallès.
Cuidar la espalda
Es recomendable realizar ejercicio físico regular y fortalecer la musculatura lumbar
Recomendaciones para una espalda sana
1. Ejercicio físico regular
“Fortalecer la musculatura abdominal y lumbar proporciona un soporte esencial a la columna vertebral”, señala el Dr. Yela. Además, los ejercicios de estiramiento mejoran la movilidad y reducen la tensión muscular.
El especialista insiste en la importancia de integrar la actividad física en la rutina diaria: “No se trata solo de corregir la postura o adaptar el entorno laboral, sino de ser proactivos en el cuidado de la columna. Ante cualquier molestia persistente, es fundamental consultar con un especialista para evitar complicaciones mayores”.
2. Pausas activas durante la jornada
Realizar pausas activas es clave para prevenir la rigidez muscular. “Levantarse, estirar piernas, cuello y brazos, y caminar unos minutos mejora la circulación y reduce la tensión acumulada”, recomienda el Dr. Yela.
En trabajos físicos, es importante repartir el peso de forma equilibrada, evitar cargar siempre del mismo lado, usar calzado adecuado y realizar descansos breves para aliviar la presión sobre la columna.
3. Ergonomía en el entorno laboral
El cuidado de la espalda debe ser constante. La ergonomía no es solo un concepto técnico, sino una herramienta fundamental para la salud. “Un diseño adecuado del puesto de trabajo, una correcta disposición del mobiliario y la promoción de hábitos saludables pueden marcar la diferencia”, afirma el especialista.
Algunas recomendaciones básicas incluyen:
- Mantener la espalda recta y los hombros relajados.
- Colocar la pantalla del ordenador a la altura de los ojos.
- Ajustar la silla para que los pies descansen planos en el suelo.
- Utilizar un soporte lumbar si es necesario.
Un apunte desde la rodilla
Aunque el foco está en la columna, el Dr. Yela, también especialista en cirugía de rodilla, recuerda que una mala alineación postural o debilidad muscular en las extremidades inferiores puede repercutir en la biomecánica de la espalda. “Rodilla y columna están más conectadas de lo que parece: una alteración en la marcha o una sobrecarga en la articulación puede generar compensaciones que afecten a la zona lumbar”, concluye.
