Loading...

Cirugía reparadora de la mama tuberosa: nuevas técnicas para un resultado más natural

Salud & Vida

Dra. Mireia Ruiz Castilla y Dra. Marta Yuste del Institut Ruiz Castilla, cirugía plástica, estética y reparadora

En la última década, nuevas técnicas han permitido mejorar notablemente los resultados 

Institut Ruiz Castilla

La mama tuberosa es una malformación congénita del pecho femenino que se manifiesta en la adolescencia y que, aunque poco conocida fuera del ámbito médico, es más común de lo que se piensa entre mujeres que consultan por asimetría o deformidad mamaria. Se caracteriza por un desarrollo insuficiente en la parte inferior del pecho, lo que provoca un aspecto alargado, con el surco submamario más alto de lo habitual y, en muchos casos, una areola prominente. 

Más allá de lo estético, esta condición puede generar inseguridad y afectar a la autoestima, especialmente en mujeres jóvenes. De ahí la importancia de contar con técnicas quirúrgicas eficaces que permitan ofrecer una solución personalizada y con resultados naturales. 

Mama tuberosa, un reto para la cirugía plástica

La corrección de la mama tuberosa supone un desafío para los especialistas, ya que cada paciente presenta una combinación distinta de alteraciones, y el cirujano debe diseñar un plan a medida. Durante años, los implantes mamarios han sido prácticamente la única herramienta disponible, pero sus resultados son limitados en casos con gran retracción de la glándula.

Cada paciente presenta una combinación
distinta de alteraciones, y el cirujano debe diseñar un plan a medida

En la última década, nuevas técnicas han permitido mejorar notablemente los resultados. Una de ellas es el injerto de grasa autóloga, que consiste en transferir tejido graso de la propia paciente —obtenido mediante liposucción de zonas como los flancos o el abdomen— hacia las áreas deficitarias de la mama.

Este procedimiento no solo aporta volumen, sino que también mejora la textura y la naturalidad del pecho, al integrarse de forma armónica con el tejido mamario. Además, el injerto de grasa favorece la expansión de la parte inferior del pecho, clave en la corrección de esta malformación.

Dra. Mireia Ruiz Castilla 

Inst. Ruiz Castilla

El papel de la técnica combinada: injerto de grasa, implante mamario y liberación tisular

El estudio llevado a cabo por el servicio de Cirugía Plástica en Hospital Quirónsalud Barcelona dirigido por la Dra. Mireia Ruiz Castilla entre 2018 y 2022 analizó los resultados en 62 mujeres intervenidas de mama tuberosa. A todas se les colocaron implantes mamarios, y en 42 de los casos, se añadió injerto de grasa. Las pacientes en las que se utilizó esta combinación obtuvieron mejores resultados en aspectos como volumen, forma y simetría. También se observó un mayor descenso del pezón respecto al surco submamario, lo que resultó en una correción más completa de la deformidad.

Otro paso clave en la intervención es el llamado radial scoring, una técnica que consiste en liberar los tejidos retraídos mediante pequeñas incisiones internas, lo que facilita que la mama se expanda y adopte una forma más redondeada. De este modo, el cirujano dispone de una triple herramienta: implante, injerto de grasa y liberación tisular, que permiten abordar la complejidad de cada caso con un enfoque personalizado.

Dra. Marta Yuste 

Inst. Ruiz Castilla

Resultados estéticos y emocionales

Más allá de las cifras, lo más relevante es el impacto que esta cirugía tiene en la vida de las pacientes, muchas de las cuales describen una mejora significativa en su confianza personal, su autoestima y su relación con la ropa o con su imagen en general.

Los resultados obtenidos hasta la fecha muestran una alta tasa de satisfacción y baja necesidad de reintervenciones. Aunque, como toda cirugía, no está exenta de riesgos, la experiencia clínica apunta a que la combinación de técnicas ofrece una opción segura y eficaz.

La mama tuberosa es un ejemplo de cómo la cirugía plástica no se limita a la estética superficial, sino que aborda problemas que afectan de forma profunda a la calidad de vida. El avance de las técnicas quirúrgicas y el mejor conocimiento de esta malformación permiten ofrecer a las pacientes soluciones adaptadas, con resultados más naturales y satisfactorios.