Desmontamos cinco conspiraciones en las que cree más del 20% de los catalanes

Fact-checking

Una nueva encuesta del CEO revela que las narrativas falsas sobre manipulaciones de los resultados electorales, el cambio climático, el coronavirus, las vacunas y la migración han calado hondo

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Varias personas eligen la papeleta para votar en un colegio electoral de Barcelona 

Marti Gelabert / Propias

El Centro de Estudios de Opinión (CEO) ha preguntado por primera vez a los catalanes qué credibilidad dan a las teorías de la conspiración. El resultado: más del 20% consideran “probablemente”, “seguramente” o “completamente” ciertas algunas narrativas que llevamos años desmintiendo, como que la Covid fue creada en un laboratorio o que Europa favorece la inmigración para sustituir a la población autóctona.

Según la encuesta, el 45% de la población considera que ve o entiende cosas que “la mayoría de la gente no ve”, y el 35% afirma que cree “en algunas cosas que la mayoría de la gente rechaza”, pero están seguros “de que son ciertas”. Sin embargo, el 63% coincide en que la verdad se percibe de manera diferente según la ideología de cada persona, y el 55% en que “en una democracia no hay verdades absolutas”.

Desmontamos cinco teorías de la conspiración ampliamente refutadas que aparecen en la encuesta y que al menos uno de cada cinco catalanes consideran ciertas:

“Se producen manipulaciones de los resultados electorales incluso en los países desarrollados”

Uno de cada tres (33,9%) encuestados afirma que la manipulación de los resultados electorales es real, un discurso basado en diferentes argumentos falsos. Es cierto que no es imposible que exista fraude electoral, pero precisamente los sistemas están diseñados para detectarlo, como explicamos en 2023. España y los países de su entorno cumplen todos los requisitos para garantizar un proceso electoral democrático, justo y libre, según Freedom House, un organismo que monitorea el estado de la libertad y la democracia en todo el mundo. La desinformación sobre los resultados electorales es habitual.

Uno de los mensajes más repetidos durante las elecciones generales de ese año aseguraba que los escaños de cada partido en el Congreso y el Senado no coinciden, s egún un estudio sobre desinformación electoral de Maldita, miembro, al igual que Verificat, de la International Fact-Checking Network (IFCN). La explicación es que son dos votaciones que funcionan de manera independiente, según una verificación de Newtral (también signataria de IFCN).

Otros mensajes apuntaban que los resultados reales se ocultan y que el sistema electoral en sí es fraudulento, por ejemplo, acusando de manipulación de votos a empresas como Indra, encargada de comunicar los resultados preliminares. Esto es falso e improbable con el actual sistema de recuento de votos, como hemos explicado anteriormente.

Ramón Salaverría, catedrático de Periodismo de la Universidad de Navarra y coordinador de IBERIFIER, el observatorio de la desinformación de la península ibérica, explicó a Verificat con motivo de las elecciones generales de 2023 que el objetivo de la desinformación no es “cuestionar la transparencia y la fiabilidad del proceso de votación”. En realidad, lo que se busca es “cuestionar la legitimidad del partido político ganador o justificar por qué un partido minoritario no ha obtenido más apoyo”, afirmaba.

En 2024, el Centro de Investigación y Documentación de Barcelona (CIDOB) publicó u n estudio analizando la desinformación en las elecciones generales de 2019, en el que identificaba los rumores sobre fraude electoral como los más habituales. Coinciden los investigadores de la Universidad Carlos III, que añaden en su estudio que los partidos políticos amplifican el mensaje cuando les beneficia, aportándole credibilidad e impulsándolo, sobre todo en redes sociales.

“El cambio climático se exagera para justificar medidas que perjudican a la gente corriente”

Aunque un alto porcentaje de personas (49%) considera que es falso decir que el cambio climático se exagera para justificar medidas perjudiciales para la población, un 21% cree que es cierto en alguna medida y un 27% dice que no lo sabe o que no puede decidir.

Esta afirmación es falsa. El cambio climático es un fenómeno ampliamente demostrado por datos y evidencia científica: más del 99% de los estudios revisados por pares sobre el clima coinciden en afirmar que el cambio climático existe y que es causado principalmente por el ser humano. En Verificat lo hemos explicado en varias ocasiones (aquí, aquí y aquí).

El cambio climático ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, con impactos adversos generalizados y pérdidas y daños materiales y personales, tal como asegura el informe del IPCC de 2023. Son estas evidencias las que han impulsado políticas climáticas como el Pacto Verde Europeo y la Ley Europea del Clima, que recogen una serie de medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55% para 2030 y un 90% para 2040.

“El coronavirus fue creado en un laboratorio como arma biológica”

Uno de cada cuatro encuestados cree que, en cierta medida, es cierto que el coronavirus fue creado como arma biológica. El origen del SARS-CoV-2 sigue siendo incierto, pero un informe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos de 2023, recogido este mes de junio por el Grupo Consultivo Científico sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), descarta que el coronavirus fuera un arma biológica. “Todas las agencias de la comunidad de inteligencia evalúan que el SARS-CoV-2 no se desarrolló como arma biológica”, concluyen.

Según la última publicación del SAGO, “los informes de científicos y organismos gubernamentales ofrecen opiniones contradictorias sobre los orígenes del virus, sin conclusiones claras y a menudo sin presentar los datos que sustentan esas opiniones”. Aun así, las principales hipótesis sobre la mesa son: 1) la transmisión zoonótica, de animales (posiblemente murciélagos o un huésped intermedio) a humanos; y 2) el accidente accidental en un laboratorio.

Explican que, si bien la mayoría de la evidencia científica publicada y accesible respalda la hipótesis 1, “el SAGO no puede determinar por ahora el momento, el lugar y la manera en que el SARS-CoV-2 pasó por primera vez a los humanos”.

Por otra parte, gran parte de la información necesaria para evaluar la hipótesis 2 no se puso a disposición de la OMS o del SAGO, aunque se ha solicitado al Gobierno de China que proporcione los registros de salud del personal y documentación sobre prácticas y procedimientos de bioseguridad y bioprotección en los laboratorios de Wuhan. “Esta hipótesis no puede descartarse, ni puede demostrarse hasta que se disponga de más información”, concluyen.

“Las vacunas hacen más mal que bien, y las empresas farmacéuticas lo ocultan”

Un 21% de los encuestados opina que las vacunas tienen más perjuicios que beneficios y que se oculta. Es falso. Las vacunas son eficaces, seguras y salvan vidas, tal y como coinciden en afirmar organismos de salud como la OMS o el Ministerio de Sanidad, basándose en la evidencia científica. Como explica la OMS en su web, “antes de recibir la aprobación de los organismos reguladores pertinentes, las vacunas se someten a rigurosos ensayos clínicos para evaluar su calidad, seguridad y eficacia. Tras su aprobación, continúan siendo objeto de una estrecha monitorización para garantizar su seguridad y eficacia”.

Es cierto que las vacunas, “como cualquier medicamento, pueden producir efectos adversos”, según asegura el Departamento de Salud, principalmente reacciones locales en el punto de inyección, febrícula y algunas pequeñas molestias, pero “es más probable sufrir un trastorno grave por una enfermedad que se puede prevenir con vacunación que por la propia vacuna”.

Desde Verificat hemos desmentido varias veces mensajes difundidos en redes que cuestionan la seguridad de las vacunas y niegan la evidencia científica que demuestra que han salvado millones de vidas (por ejemplo, según un estudio publicado en The Lancet, en los últimos 50 años, 14 vacunas han salvado 154 millones de vidas y han reducido la mortalidad infantil un 40% en todo el mundo).

“En los países europeos se está favoreciendo la inmigración para que la población autóctona sea sustituida”

Una de cada cinco personas encuestadas afirma que Europa está promoviendo la inmigración con el objetivo de sustituir a la población autóctona. Esta creencia se enmarca dentro de una intersección entre la falsa narrativa del efecto llamada y la teoría de la conspiración del gran reemplazo, ampliamente desmentidas y que analizamos en profundidad en Las mentiras alimentan el odio.

La teoría de la conspiración del gran reemplazo sostiene que los migrantes, sobre todo musulmanes, sustituirán a la población europea. Esto es falso, como ya hemos verificado. La mayoría de las personas musulmanas migran a países cercanos a los suyos, que comparten la misma religión. En Europa, los cristianos son la fe predominante (56%) dentro de la población migrada, como explicamos aquí. Además, las cifras de migrantes en España (19,3% de la población) no permiten hablar de invasión ni de oleadas que puedan reemplazar a toda una población, y está demostrado que la tasa de fecundidad de los extranjeros es baja y se adapta a la de los países de destino.

El “efecto llamada” sostiene que ciertas ayudas o políticas relacionadas con la acogida de la población migrante (medidas económicas, legales o asistenciales) incentivan las llegadas masivas. Los datos demuestran que esto es falso, como ya explicamos aquí, y como detallan investigaciones de organismos internacionales como el International Centre for Migration Policy Development o la plataforma Migration Data Portal, los motivos que impulsan a las personas a abandonar sus países de origen son múltiples y complejos.


Verificat es una plataforma catalana de fact-checking sin ánimo de lucro. Se dedica a verificar el discurso político y el contenido que circula en las redes y a la educación para el consumo crítico de la información. Forma parte de la International Fact-Checking Network (IFCN) y la European Fact-Checking Standards Network (EFCSN)

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