Félix Bolaños ha sido uno de los protagonistas de la sesión de control al Gobierno. Un día después de que el magistrado Juan Carlos Peinado pidiera ayer al Tribunal Supremo que le investigue por malversación y falso testimonio en el marco de la causa que investiga los negocios privados de Begoña Gómez, el ministro de Justicia se ha declarado víctima de “una injusticia” que, no obstante, cree que no tendrá recorrido en el Alto Tribunal. Bolaños ha asegurado que no tiene “ni la más mínima responsabilidad” penal en la contratación de la asesora de la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frente a un PP que ve al también ministro de Presidencia “en fase terminal”.
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