El sur de Francia se ha convertido este verano en un brasero muy peligroso, debido a la combinación de altas temperaturas, sequedad y fuerte viento. Un incendio forestal de una violencia y velocidad inusitadas devastó en apenas 24 horas al menos 16.000 hectáreas (160 kilómetros cuadrados) de vegetación en el macizo de las Corbières, en el departamento del Aude, entre las ciudades de Narbona y Carcasona. Hay 15 municipios afectados.
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