España lidera la brecha salarial entre inmigrantes y autóctonos: un 29% de desigualdad

Claves del día

Un informe internacional revela que los inmigrantes de primera generación en España cobran hasta un 7% menos por el mismo trabajo, pero la principal barrera es el acceso a empleos mejor remunerados

España lidera la brecha salarial entre inmigrantes y autóctonos: un 29% de desigualdad
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Marta Elvira, profesora del IESE y coautora del estudio, atiende la llamada de Claves del día para explicar la desigualdad salarial entre perfiles sociales

La brecha salarial entre inmigrantes de primera generación y autóctonos en España alcanza el 29%, situando al país en la cabeza mundial de esta desigualdad. Según un estudio internacional liderado por la Universidad de Oslo con el apoyo del IESE, la diferencia no solo se agrava en lo que respecta al acceso a puestos mejor remunerados, sino que, incluso desempeñando el mismo trabajo, “los inmigrantes cobran un 7% menos que una persona autóctona”, destaca Marta Elvira, profesora del IESE y coautora del informe.

Elvira subraya que la inmigración juega un papel esencial en la economía social española: “Las personas inmigran a otros países para mejorar su situación laboral. Está demostrado que suelen tener trabajo en su país, pero buscan oportunidades que mejoren la calidad de vida de sus familias”. La demanda de mano de obra por parte de las empresas españolas, afirma, continúa atrayendo inmigrantes para cubrir puestos esenciales en sectores de alta demanda.

El estudio revela que la principal causa de la brecha salarial no reside tanto en diferencias de salario por el mismo puesto, sino en la dificultad de acceder a empleos de mayor remuneración. Según Elvira, “el 80% de esa brecha se debe a que las personas trabajen en distintos sectores”, sobre todo en aquellos tradicionalmente menos remunerados como el turismo, los cuidados, la agricultura y la construcción. “Tienden a entrar en empresas más pequeñas y a menudo en ocupaciones que no corresponden a sus credenciales o nivel de cualificación”, añade la profesora.

Frente a esta realidad, algunos países como Suecia muestran una evolución esperanzadora. “Vemos que, aunque empieza con una brecha salarial notable, al final casi se anula y desaparece cuando ya controlas por la ocupación y el sector. De hecho, la segunda generación de inmigrantes gana incluso un 1% más que los autóctonos en la misma posición”, explica Elvira. Sin embargo, en España, la falta de información sobre el origen de los padres en los registros administrativos impide analizar este fenómeno más allá de la primera generación

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