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Roger Senserrich: “La polarización en Estados Unidos no lleva a la guerra civil, pero sí a una década de violencia política”

Claves del día

El politólogo y autor del libro “Por qué se rompió EEUU: populismo y polarización en la era Trump” alerta sobre la creciente polarización y violencia política que amenaza con desestabilizar la democracia estadounidense, aunque descarta un conflicto civil abierto

El politólogo y autor del libro "Por qué se rompió EEUU: populismo y polarización en la era Trump" alerta sobre la creciente polarización y violencia política que amenaza con desestabilizar la democracia estadounidense, aunque descarta un conflicto civil abierto

Estados Unidos atraviesa uno de los momentos más polarizados de su historia reciente, con una escalada de violencia política que preocupa a expertos y ciudadanos. El politólogo Roger Senserrich, autor de Por qué se rompió Estados Unidos, populismo y polarización en la era de Trump, explica que este clima de crispación está marcado por ataques mortales tanto a figuras conservadoras como progresistas, incluyendo el intento de asesinato de Donald Trump y la muerte del activista Charlie Kirk. “La sociedad americana siempre ha sido relativamente polarizada, pero en años recientes esta polarización ha aumentado mucho, especialmente desde 2016,” señala Senserrich, “hemos visto un aumento de la retórica bélica, tensiones y división cultural entre los dos bandos.”

Senserrich puntualiza que, aunque existe violencia política en ambos extremos ideológicos, la mayoría de los actos violentos recientes provienen de la extrema derecha. “El mayor caso de violencia política fue el asalto al Capitolio en 2021, orquestado no solo por grupos extremistas, sino por la propia Casa Blanca,” subraya. El experto también recuerda los atentados contra legisladores demócratas, como el asesinato del matrimonio de congresistas en Minnesota, en junio, que evidencian cómo la radicalización va más allá del discurso y desemboca en episodios con consecuencias fatales.

El académico advierte que, pese al discurso de algunos líderes, como Donald Trump, que culpabilizan a la extrema izquierda, la realidad de la violencia política es más compleja. “El Gobierno federal tiene instrumentos para complicar la vida a grupos opositores, incluso dificultar su supervivencia legal, aunque no puedan ilegalizarlos formalmente,” explica Senserrich. Además, señala que esta división, altamente segmentada geográficamente, se vive de forma distinta dependiendo de dónde se encuentre la población, y que mucho de este clima agresivo se reproduce y amplifica en internet.

Sobre la posibilidad de que esta polarización culmine en una guerra civil, Senserrich tranquiliza afirmando que “Estados Unidos es un país demasiado rico para tener una guerra civil” como tal. Sin embargo, advierte que un escenario probable sería una década de violencia política persistente, similar a los “años de plomo” vividos en Europa durante las décadas de 1960 y 1970. “No me parecerá inusual que volvamos a un contexto donde este tipo de violencia prevalezca, aunque será horrible y dañino para la sociedad, pero de ahí a una guerra civil formal hay mucha distancia.”

El análisis de Roger Senserrich ofrece una visión profunda sobre la crisis política que atraviesa Estados Unidos, un país en donde la rivalidad política se ha convertido en amenaza directa para la democracia y la convivencia social. Su llamado a entender la complejidad de esta realidad invita a reflexionar sobre cómo evitar que la crispación derive en un daño irreversible para el país.