“La búsqueda constante de la felicidad es una obsesión poco saludable, no existe un estado permanente”

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Nuria Martín explica que nuestro cerebro está diseñado para sobrevivir, no para ser felices todo el tiempo, y advierte del peligro de idealizar la felicidad plena

“La búsqueda constante de la felicidad es una obsesión poco saludable, no existe un estado permanente”
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Nuria Martín explica que nuestro cerebro está diseñado para sobrevivir, no para ser felices todo el tiempo, y advierte del peligro de idealizar la felicidad plena

La neurociencia aborda uno de los grandes interrogantes humanos: qué sucede en nuestro cerebro cuando experimentamos la felicidad. Nuria Martín, ingeniera humanista y experta en el campo, pone en perspectiva la felicidad como un concepto complejo. Explica que «la felicidad como tal no es parte del ámbito, o no una definición única dentro del mundo de la neurociencia. Más bien, hablamos del bienestar subjetivo, porque es un constructo que depende de cada cual». Según Martín, la felicidad es resultado de la activación transitoria de diversas redes neuronales y neurotransmisores como oxitocina y endorfinas.

Además, la búsqueda constante de la felicidad puede ser psicológicamente dañina. La experta es clara: «Todo lo que sea algo obsesivo no es en absoluto saludable». Advierte que «la ciencia explica que no es posible llegar a un supuesto estado estable de felicidad que se convierta en algo permanente». Por ello, Martín señala que esta búsqueda persistente solo conduce a «un estado de frustración constante y de fracaso», ya que el cerebro no está preparado para mantener esa euforia indefinidamente.

Nuria Martín aclara que esta imposibilidad está ligada a la función evolutiva del cerebro: «Estamos neuroevolutivamente diseñados para sobrevivir, no para ser felices». El cerebro responde a estímulos cambiantes y tras cada excitación vuelve a un estado basal de neutralidad. «No podríamos sostener todos esos estados con esa alta intensidad en un tiempo largo», afirma, insistiendo en que buscar un feliz estado permanente es «físicamente insostenible».

La experta también señala que la percepción de la felicidad varía enormemente según las personas y los contextos culturales y sociales. «No existe una definición única de felicidad y el concepto es el de bienestar subjetivo», comenta, y añade que factores como la desigualdad social o el contexto global, marcado por guerras y crisis, dificultan que en la actualidad muchas personas puedan sentirse plenamente felices.

Finalmente, Nuria Martín destaca hábitos que contribuyen a ese bienestar subjetivo, como «hacer deporte de forma regular, tener una dieta equilibrada, mantener relaciones y vínculos de calidad y tener retos significativos». Sin embargo, advierte que «transmitir la idea de que la felicidad es alcanzable para cualquier persona es irreal y peligroso». Su reflexión invita a repensar la felicidad desde una perspectiva más realista y saludable, aceptando la variabilidad natural de nuestras emociones.

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