La tormenta ‘Alice’: cómo el cambio climático intensifica lluvias extremas en España

Claves del día

Isabel Moreno, física y meteoróloga, explica cómo la crisis climática potencia lluvias más intensas y la importancia de prepararse ante tormentas extremas

La tormenta ‘Alice’: cómo el cambio climático intensifica lluvias extremas en España
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Isabel Moreno, física y meteoróloga, explica cómo la crisis climática potencia lluvias más intensas y la importancia de prepararse ante tormentas extremas

Cada vez es más habitual observar imágenes de lluvias intensas que antes parecían excepcionales. Según Emil Rouget, autor del vídeo presentado en Claves del Día, “no llueve ni más ni menos que antes, sino más intensamente”. Para profundizar en esta cuestión, la física y meteoróloga Isabel Moreno explica que “con una atmósfera que está recalentada tenemos más capacidad de albergar vapor de agua”, lo que produce “precipitaciones más intensas en algunos lugares”, un fenómeno al que también contribuyen los mares y océanos más calientes en las últimas décadas.

Respecto al fenómeno Dana, comúnmente conocido como gota fría, Moreno aclara que “la Dana de ahora es lo que antes llamábamos gotafría”. El término se cambió porque “gotafría terminaba utilizándose como sinónimo de catástrofe, de destrucción, de lluvias torrenciales”, aunque “la estructura meteorológica que es una gota fría, no tiene por qué dejar esas consecuencias”. Sin embargo, explica que “después de lo que hemos pasado en estos últimos meses, volvemos a tener esa sensación de que Dana es sinónimo de destrucción y de lluvias torrenciales, cuando en realidad no tiene por qué ser así.”

La discusión sobre el cambio climático surge ante la idea de que las gotas frías han existido siempre. Moreno subraya que “ha habido gotas frías siempre y no por ello tenemos que decir: Bueno, como esto ha ocurrido siempre, no voy a hacer nada para paliar sus efectos”. Ahora, “a una cosa que ya ocurría de antes, se le está sumando el cambio climático que hace que las precipitaciones que tengamos puedan ser más intensas”. La meteoróloga recalca que “las precipitaciones que estamos registrando son más probables y más intensas que hace unos años como consecuencia del calentamiento global.”

En cuanto a la gestión y alerta ante estos fenómenos, la experta señala que “tenemos que estar preparados a todos los niveles, a nivel de predicción, a nivel de aviso por parte de las administraciones”, y también que la ciudadanía comprenda “qué significa estar bajo aviso de nivel amarillo, naranja o rojo y cómo actuar en caso de que nos sorprenda, por ejemplo, una riada”. Además, Moreno subraya la importancia de la educación y la preparación conjunta: “Esto es una tarea de educación que hay que hacer, como digo, absolutamente todos, todos, todos los niveles.”

Por último, Isabel Moreno advierte sobre los efectos destructivos en el terreno: “Aumenta la torrencialidad, aumenta el riesgo de riadas... es agua que no se infiltra, agua que no llega a los acuíferos, agua que baja a una velocidad tremenda y va arrasando lo que se encuentra en el suelo.” Sobre las intervenciones posibles, afirma que “hay veces que no vas a poder solucionar una riada, la vas a tener”, pero la clave está en “minimizar los impactos que tenga y sobre todo, minimizar el impacto sobre las personas.” El reto es complejo y requiere “muchísima gente con conocimientos muy diversos” trabajando en conjunto para adaptarnos a estas condiciones.

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