La operación de fusión bancaria entre BBVA y Sabadell fracasó tras obtener solo un 25% de aceptación entre los accionistas del banco catalán, poniendo fin al intento de crear el segundo grupo financiero más grande de España. Tras el anuncio, las acciones de BBVA subieron, mientras que las de Sabadell cayeron considerablemente. Eduardo Magallón, periodista de Economía de La Vanguardia, recuerda que aunque las entidades mantienen su independencia, la OPA marca un antes y un después para ambos.
Sabadell, aunque se muestra satisfecho por mantener su autonomía, ha salido de esta operación más pequeño, en parte porque vendió su filial en Reino Unido para defenderse de la OPA. Esto implicará un cambio estratégico para centrarse más en el mercado español. BBVA, por su parte, deberá ahora convencer a sus accionistas e inversores del futuro sin la fusión que había planteado como esencial para su crecimiento.
Además, la venta de la filial británica fue solo uno de varios factores decisivos que influyeron en el rechazo de los accionistas a la oferta de BBVA, algo que el experto describe como una “telenovela financiera” llena de momentos de amor, desamor, traición y suspense a lo largo de 17 meses.
En definitiva, el fracaso de la OPA deja a Sabadell y BBVA en caminos separados y plantea dudas sobre la evolución futura del sector bancario español, en el que la competencia y la segmentación serán clave en los próximos años.