La energía nuclear en España es un tema clave en el debate energético y político actual, pero poco conocido por la ciudadanía. Alfredo García, divulgador científico, explica que “la energía nuclear es una de las formas que tenemos de producir energía eléctrica”, con la ventaja de generar electricidad de forma constante y sin emisiones de gases de efecto invernadero. Señala que en España el 20% de la energía eléctrica proviene de centrales nucleares “que están consideradas entre las más seguras y más fiables del mundo”.
El debate reciente sobre alargar la vida útil de estas centrales se basa en rigurosos análisis de seguridad que se realizan cada diez años para renovar licencias. García detalla que “se revisa la seguridad durante tres años, se prueban todos los equipos, según estándares nacionales e internacionales” y la validación final la da el Consejo de Seguridad Nuclear. Además, “también lo revisa el Organismo Internacional de Energía Atómica con inspecciones periódicas”, garantizando que las centrales cumplen con todos los estándares.
A pesar de la percepción común, la energía nuclear resulta menos contaminante de lo que se cree. García aclara que la Comisión Europea en 2022 consideró la energía nuclear como una forma de energía sostenible, comparable a las renovables. “Se evaluaron 16 parámetros de impacto en la salud y el medio ambiente, y la energía nuclear cumplía con todos esos requisitos”, subraya. Reconoce que, aunque produce residuos, “no se lanzan a la atmósfera, sino que se almacenan con seguridad y responsabilidad”.
Sin embargo, existen riesgos asociados, como accidentes nucleares, pero según García, “la energía nuclear causa tan pocas muertes, incluidos los accidentes, como las energías renovables”. Destaca que los reactores actuales son mucho más seguros que los antiguos, y que “la inversión inicial es alta, pero las centrales pueden funcionar 60 u 80 años, amortizando el coste”. Esta estabilidad energética podría ponerse en peligro con el cierre anticipado de centrales, lo que aumentaría riesgos de apagones.
Por último, García advierte que la sustitución de nucleares por ciclos combinados de gas podría no ser viable, ya que estos están en mal estado de mantenimiento. “Cuando tuvimos el apagón, la mitad de las nucleares y casi todos los ciclos combinados estaban parados”, recuerda, y añade que la Agencia Internacional de la Energía lleva años alertando del riesgo que supone cerrar centrales nucleares para el suministro eléctrico en España.