Dejar el trabajo es una decisión que cuesta de tomar, pero que la Generación Z (de 18 a 28 años) tiene en cierta manera normalizada. Un 41%, o lo que es lo mismo, dos de cada cinco trabajadores dentro de esta franja de edad, han dejado el trabajo menos de un año después de haber empezado, frente a una media del total de trabajadores del 32%. Así lo apunta el estudio Claves laborales-Generación Z de la empresa de recursos humanos Randstad. La cifra de abandono laboral temprano contrasta con el 29% de los millennials, el 23% de la Generación X o el 11% de los baby boomers.
El salario bajo es el motivo principal por el que los trabajadores de la Generación Z deciden abandonar el trabajo sin haber permanecido ni un año en él. Un 40% asegura que el sueldo es el motivo para dimitir. Muy por detrás está la falta de flexibilidad (13%). En el otro lado, también es el sueldo el motivo principal para continuar en el trabajo (13%), seguido de la posibilidad de flexibilidad horaria (9%) y de la oportunidad de un desarrollo profesional (8%).
Un salario bajo, el motivo principal
“Una parte de la explicación de la rotación de estos jóvenes en el trabajo sería la precariedad”, explica a La Vanguardia Sergi Macip, profesor de los estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. “Es un sector de población que está accediendo a sus primeros empleos, profesionales júnior, que todavía no tienen un bagaje detrás y acceden a trabajos más precarios, de menor solidez”, añade.
La inexistencia de conexión con los valores de la empresa es también un motivo que aducen los jóvenes, aunque en menor medida (11%), para abandonar tras un espacio corto de tiempo el trabajo. Ciertamente, esta generación tiene otro concepto del empleo. “Hay algunos estudios que apuntan a que el valor que esta generación da al trabajo es distinto al que otorgan otras generaciones, de ahí que haya más rotación o volatilidad en el empleo”, relata Macip. “Son menos fieles. Ponen en valor la calidad de vida y su bienestar, de ahí que el peso del trabajo quede relegado a un segundo escalón”.
Ponen en valor la calidad de vida y su bienestar, de ahí que el peso del trabajo quede relegado a un segundo escalón”
En otras generaciones -continúa-, el compromiso con el trabajo es algo primordial. “Había el dicho que rezaba: ‘Las cosas pueden ir mejor o peor, pero sobre todo que no te falte el trabajo’. Es decir, el empleo es algo que hay que proteger, esencial. Y está claro que en las nuevas generaciones el concepto del trabajo adquiere otro sentido”.
¿Qué lo explicaría? “Creo, quizás, que tienen más autoconfianza, que si las condiciones de trabajo no les interesan o no se sienten realizados, pues dejan el empleo con la confianza de que encontrarán otra cosa. También puede ser que sus condiciones socioeconómicas les permitan dejar más trabajos”, apunta Macip. Sin duda, a esas edades hay muchos que continúan viviendo en casa de los padres o comparten piso, y todo ello sin soportar cargas familiares.
Múltiples trabajos a tiempo parcial
Asimismo, combinar empleo con seguir formándose parece ser una característica de este segmento de la población si miramos los datos. Un 25% tiene un empleo a tiempo parcial y un 15% combina múltiples trabajos a tiempo parcial.
¿Cuál es el trabajo ideal para los jóvenes de hasta 28 años? El 36% considera que el factor más importante para valorarlo es el sueldo. La flexibilidad laboral es determinante para un 15% y la flexibilidad en la ubicación del puesto de trabajo en un 14%. Ello evidencia la necesidad de adaptar el empleo a un estilo de vida. En este sentido, un 10% tiene en cuenta también la oportunidad de viajar a la hora de valorar un empleo.
El informe también apunta que España es la tercera región del mundo en el que los trabajadores jóvenes incorporan más la IA para resolver problemas en el trabajo (64%). Solo los jóvenes de India (83%) y Brasil (74%) la usan más que la generación Z española.