Aquellos bebés que han nacido demasiado pronto, concretamente antes de la semana 37 de embarazo, son considerados como bebés prematuros. Los partos estándar suelen tener lugar a las 40 semanas aproximadamente, por lo que haber llegado al mundo antes de lo habitual implica ciertos riesgos y problemas para la salud, sobre todo dependiendo de qué tan pronto suceda. Las madres y padres han de tener presentes una serie de cuidados para bebés prematuros muy específicos, por ejemplo, en lo relacionado con la alimentación o el peso. Pero también será un factor muy relevante su piel. En el caso de los bebés, esta todavía no está madura del todo, de hecho, al estar acostumbrada al ambiente húmedo del útero, tras nacer tardará unos días o semanas en adaptarse al exterior. Algo que será aún más notorio para los bebés prematuros, por lo que requiere cuidados especiales.
La piel representa esa primera línea de defensa del organismo, que lo mantiene protegido de las amenazas externas, por ejemplo, resulta clave para mantener el calor y el agua del cuerpo. La de los bebés prematuros es especialmente fina, dado que no ha tenido tiempo de desarrollarse más, lo que implica una mayor delicadeza y vulnerabilidad, así como un aumento de los riesgos para la salud. La ictericia, la irritación o la dermatitis del pañal representan algunas de las afecciones cutáneas más comunes en el caso de los bebés prematuros. Por todo ello, sus cuidadores deberán asegurarse de proporcionarle unos cuidados específicos para su piel.
Cuidados para la piel de un bebé prematuro
El especialista en dermatología pediátrica Andrew Carr comparte una serie de consideraciones y recomendaciones a la hora de cuidar la piel de los bebés prematuros. Uno de los momentos clave tiene que ver con la hora del baño. Agua tibia y libre de cualquier tipo de producto será la mejor opción para los recién nacidos, ya que su piel todavía es muy delicada. El lavado debe realizarse con mucha suavidad, al igual que el proceso de secado, en el que se evitará frotar, en su lugar, se empleará la toalla a toques suaves.
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También se recomienda encarecidamente el uso de materiales que sean adecuados para la piel de los bebés prematuros, es decir, suaves y lisos, como es el algodón o la muselina. Estos deben estar presentes tanto en la ropa del bebé como en sus sábanas. La lana o el nailon son irritantes para su piel, por lo que este tipo de tejidos serán descartados. En este sentido, la elección de los pañales y los materiales con los que estos están fabricados representa otra decisión clave.
En cuanto a los productos de limpieza, siempre hay que optar por aquellos que sean específicos para pieles delicadas, además de que resulten de ayuda para el correcto desarrollo de la piel del bebé. Lo mismo sucede con los detergentes.