“A mi pareja actual la encontré en el box de crossfit. Si el deporte es una parte importante de tu vida, es mucho más fácil encontrar a alguien con quien compartes intereses allí”. Paula, profesora de fitness y aspirante a bombera, lo tiene muy claro: pasa muchas horas practicando deporte, así que encontrar a alguien con la misma afición es casi imprescindible. Las costumbres de la generación Z (y parte de la millenial) están cada vez más asociadas a consumir menos alcohol y cuidar más la salud física. Es por ello que, cada vez más, los clubs de running y los gimnasios se están convirtiendo en los lugares donde muchos jóvenes encuentran a su pareja.
Según un informe de Strava (pdf), la red social de deporte más grande del mundo, el 61% de los encuestados en España ha hecho nuevas amistades a través de la práctica deportiva (73% en el caso de la generación Z), y el 50% afirma que socializar es la principal motivación para practicar la actividad. Tanto es así que, según afirman, 6 de cada 10 españoles prefieren conocer a su pareja en un centro o club de deporte.
Los clubs de corredores, el nuevo Tinder
En algunas ciudades, incluso, se hace de forma explícita. Tal como explica la influencer Annie Jorgensen, en Nueva York se han puesto de moda los ‘Lunge Run Club’. En otras palabras: los clubs de corredores de solteros. El plan es correr cinco kilómetros, vestir de negro si uno no tiene pareja, y quedarse a tomar algo a la copa de después. En Barcelona también los hay. Es el caso del B3TTER RUN CLUB, que directamente define a los clubs de corredores como “las nuevas aplicaciones de citas”.
Uno de los datos más relevantes es que, según las estadísticas de la aplicación estadounidense, este pasado 1 de enero se registró un 15% más de atletas activos que el año anterior. Menos resaca y más deporte. La muestra se recoge de sus usuarios, que son más de 135 millones repartidos en 190 países distintos. Según el Informe del sector de la cerveza en España 2023, el 53,6% de los jóvenes mayores de edad afirma haber reducido el consumo de esta bebida alcohólica (la más consumida en España), y el 17,4% afirmaba no haber bebido alcohol en el último mes.
Candela Pérez es la fundadora de The Ginger Club. Este club de corredoras (la gran mayoría son mujeres), que empezó en Madrid hace tres años, ya está presente en Barcelona, Bilbao, Valencia y Málaga. El precio son 40 euros al mes, y se ofrecen varias salidas a la semana y eventos con marcas deportivas los días festivos. “Hacer deporte en grupo te proporciona salud física, mental y social. Levantarse un domingo por la mañana, salir a correr y desayunar con los demás integrantes del club es mucho más gratificante que levantarse tarde y con resaca, con la sensación de que has perdido el día entero”.
Encontrar a alguien en un bar o una discoteca no te asegura compartir las mismas inquietudes. (...) El deporte es un vínculo importante que une
Un grupo de chicas de The Ginger Club comparte un desayuno después de un entrenamiento
Las aplicaciones para registrar las salidas y los entrenamientos han empezado a hacerse hueco entre las redes sociales por antonomasia. Ejemplos de ello, además de Strava, son Endomondo, Komoot o Runtastic. “Algunas de ellas se han convertido en el nuevo Instagram. La gente socializa e interacciona a través de ellas, e incluso se crean nuevos grupos de amistades y parejas”, explica Candela Pérez a Guayana Guardian.
“Notamos que la gente está empezando a hacer un cambio en su forma de concebir el ocio. En los últimos dos años hemos notado un incremento de gente entre 25 y 30 años”, cuenta Jairo Vàzquez, fundador y propietario del box Crossfit Cerdanyola. Antes, la mayoría de su público tenía entre 35 y 45 años. “Cada vez tenemos más gente recomendada por otros clientes que buscan un espacio donde crear comunidad. Encontrar a alguien en un bar o una discoteca no te asegura compartir las mismas inquietudes. En cambio, practicar deporte con un grupo de cinco o seis personas te asegura que, como mínimo, existe un vínculo importante que os une”.
Uno de los puntos importantes de esta democratización masiva del deporte, según la creadora de The Ginger Club, es que se trata de una práctica puramente de ocio, no competitiva. “Es importante entender que se trata de centros de salud donde se practica deporte y se ofrecen actividades para compartir los fines de semana. El problema, algunas veces, es cuando esta práctica se convierte en una obsesión competitiva”.
No siempre se utiliza el deporte para mantener una buena salud física y mental (...) A veces se generan falsas expectativas
La reciente muerte de un corredor en la media maratón de Madrid, donde otro joven de 21 años sufrió también una parada cardiorrespiratoria, ha puesto de relieve los graves peligros que conlleva iniciarse en una práctica deportiva sin un correcto asesoramiento. “Se ha idealizado demasiado el hecho de cruzar la meta, cuando no siempre es algo satisfactorio. En otros países te exigen un certificado médico para correr una media maratón, mientras que en España todavía no lo hacen”.
Myriam Arenillas, psicóloga en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), achaca parte del problema a las redes sociales. “No siempre se utiliza el deporte para mantener una buena salud física y mental, sino que a veces se convierten en espacios donde se generan falsas expectativas. Los jóvenes quieren parecerse a sus referentes, y los referentes no siempre muestran la parte negativa de lo que hacen”.
Según la experta, a pesar de la necesidad de ir con mucho cuidado con las metas que se quieren lograr, lo más importante de este fenómeno es que el deporte crea espacios de comunidad que son esenciales para lograr un estilo de vida saludable y feliz. “El vínculo físico y la presencialidad de las actividades son fundamentales para mantener una buena higiene de salud mental. El deporte es una fuente de satisfacción, y crea hábitos saludables, repetitivos y duraderos”, concluye. Siempre con moderación y sentido común, los efectos deberían ser mucho más beneficiosos que salir de fiesta cada fin de semana.


