El cierre de la Agencia de Desarrollo Internacional de EE.UU. (Usaid) por parte de la Administración Trump provocará 14 millones de muertes hasta 2030, un tercio de ellas en menores de cinco años, según el primer estudio que ha analizado el impacto global de los programas de la Usaid sobre la mortalidad.
La medida puede tener un efecto bumerán para EE.UU., y perjudicial para otros países del Norte global, ya que puede comportar un recrudecimiento de infecciones y un aumento de migraciones. Los países europeos se han abstenido por ahora de tapar el agujero en ayuda humanitaria dejado por la Administración Trump. El Reino Unido, Francia, Países Bajos y Bélgica han anunciado también recortes en esta área, en parte para financiar un aumento del gasto en defensa.
“La situación sobre el terreno es terrible. El problema ha sido la brutalidad del recorte, que se ha hecho sin previo aviso, sin periodo de transición para adaptarse”, declara Davide Rasella, investigador Icrea en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y director de la investigación. “Cuando se interrumpe de un día para otro la distribución de alimentos a niños con desnutrición, desafortunadamente van a morir. O cuando se interrumpe el tratamiento antirretroviral a personas con VIH en situaciones de pobreza extrema”.
Europa debería mantener e incluso aumentar las iniciativas de cooperación, tanto por razones humanitarias como por interés propio
Fundada en 1961 para aportar ayuda humanitaria a poblaciones necesitadas y contribuir al desarrollo de países estratégicos para EE.UU., la agencia Usaid era uno de los pilares del poder blando norteamericano. El año pasado tuvo un presupuesto de 44.000 millones de dólares, según ha informado el Financial Times, que se destinó principalmente a programas de salud, educación, ayuda humanitaria y respuesta a crisis y desastres naturales, lo que la convertía en la mayor fuente de financiación del mundo para programas humanitarios y de desarrollo.

Muertes evitadas en menores
de 5 años en cada país gracias
a los programas de USAID,
2001-2021
En porcentaje
10%
23%
36%
Fuente: SSRN
LA VANGUARDIA

Muertes evitadas en menores de
5 años en cada país gracias a los
programas de USAID, 2001-2021
En porcentaje
10%
23%
36%
Fuente: SSRN
LA VANGUARDIA

Muertes evitadas en menores de 5 años en cada país gracias a los programas de USAID, 2001-2021
En porcentaje
10%
23%
36%
Fuente: SSRN
LA VANGUARDIA

Pero el 20 de enero, el primer día de su segundo mandato, Trump firmó una orden ejecutiva que congelaba todas las iniciativas de ayuda exterior de EE.UU. A principios de febrero Elon Musk, entonces al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), canceló las actividades de Usaid, que calificó de “organización criminal”. El Secretario de Estado, Marco Rubio, que gestiona lo que queda de la Usaid, confirmó en marzo que el 83% de los programas de la agencia se cancelarán.
“La imagen del hombre más rico del mundo matando a los niños más pobres del mundo no es una imagen bonita”, declaró Bill Gates, que ha anunciado que elevará las donaciones de la Fundación Gates a programas de salud global a 10.000 millones de dólares anuales y mantendrá la inversión durante veinte años. “Gates es el único que se ha atrevido a levantar la voz en el mundo de la cooperación; pero todo lo que aporta no pueden cubrir lo mucho que aportaba la Usaid”, declara Quique Bassat, director de ISGlobal y coautor de la investigación que ha cuantificado las consecuencias del cierre de la agencia estadounidense.
Esta investigación, accesible como prepublicación en un servidor de artículos científicos y que se publicará próximamente en una revista médica de alto impacto, calcula que las actividades de la Usaid han evitado 91,8 millones de muertes en el mundo en el periodo 2001-2021, un tercio de ellas en menores de cinco años.
La infección por VIH destaca como la enfermedad en que se evitó un mayor porcentaje de muertes (un 52% de las que se hubieran producido si no hubiera llegado la ayuda de la Usaid), seguida de la malaria (32%) y de las enfermedades tropicales desatendidas (32%).
De cara al futuro inmediato, la investigación de ISGlobal calcula que este año se producirán alrededor de 1,8 millones de muertes como consecuencia directa de la interrupción de los programas de USAID. De ellas, unas 690.000 en menores de cinco años.
En los años siguientes, si la Administración Trump mantiene los recortes a los programas de ayuda exterior, se producirán alrededor de 2,5 millones de muertes anuales. El balance hasta el final de 2030 es de 14 millones de muertes derivadas del cierre de USAID, con un margen de error que va desde 8,5 millones de muertes en el escenario más optimista a 19,7 millones en el más pesimista.
“Para muchos países de ingresos bajos y medios, el impacto sería de escala comparable al de una pandemia global o un gran conflicto armado. Sin embargo, a diferencia de estos sucesos, esta crisis se originaría por una decisión política consciente y evitable cuyo peso recaería de manera desproporcionada en niños y jóvenes, y cuyas consecuencias podrían reverberar durante décadas”, escriben los investigadores en el artículo científico en que presentan sus resultados.

Manifestación contra el cierre de USAID en febrero en Nueva York
Aunque estudios anteriores han estimado los efectos de la Usaid en áreas concretas como la malaria o el VIH, este es el primero que evalúa de manera exhaustiva el impacto de la agencia sobre la mortalidad, analizándola por causas y por grupos de edad; a partir de ahí, es el primero que ofrece una estimación de las consecuencias del cierre de la agencia a corto y medio plazo, teniendo en cuenta tanto los efectos directos sobre la salud como los indirectos.
“Inevitablemente nos va a afectar, porque las enfermedades infecciosas no tienen fronteras y porque, allí donde las condiciones empeoran y no hay buenas perspectivas de futuro, hay gente que emigra”, señala Quique Bassat, especialista en malaria con una larga experiencia sobre el terreno en África y ahora director de ISGlobal. “Europa, en lugar de seguir la línea de EE.UU., debería mantener e incluso aumentar las iniciativas de cooperación, tanto por razones humanitarias como por interés propio”.