Las afirmaciones de Donald Trump que relacionan el consumo de paracetamol y las vacunas con el autismo pueden haber generado dudas y sentimiento de culpabilidad en mujeres que han tomado el fármaco durante el embarazo y en sus familias. Estas son las evidencias científicas a día de hoy sobre la cuestión:
1. ¿Qué le ocurre al feto si la madre toma paracetamol?
El paracetamol puede cruzar la placenta y llegar al feto. Puede cruzar la barrera hematoencefálica del feto y llegar al cerebro. De ahí la hipótesis de que el consumo de paracetamol durante el embarazo puede afectar al neurodesarrollo y aumentar el riesgo de trastorno de espectro autista (TEA) o de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Decenas de estudios con datos de millones de embarazos han analizado esta relación en los últimos años sin resultados concluyentes. La falta de pruebas que inculpen al paracetamol no permite afirmar que no tenga efectos dañinos sobre el neurodesarrollo. Pero indica que, si los tiene, los efectos tienen que ser muy sutiles para no haber sido detectados.
2. ¿Qué le ocurre al feto si la madre NO TOMA paracetamol?
La fiebre durante el embarazo puede tener efectos dañinos, incluso letales, sobre el feto, especialmente si la fiebre es alta, prolongada y se produce en el primer trimestre de gestación. Los posibles daños en las primeras semanas incluyen malformaciones cardiacas, defectos del tubo neural y muerte del feto. En fases más avanzadas del embarazo la fiebre se ha asociado a partos prematuros y bajo peso al nacer. Para tratar la fiebre durante el embarazo y prevenir daños en el feto, el paracetamol es el fármaco considerado más seguro.
También se ha detectado una asociación entre fiebre durante el embarazo y trastornos de neurodesarrollo -entre ellos, el autismo, lo que sugiere que el paracetamol podría reducir el riesgo de autismo en lugar de aumentarlo-, aunque los datos sobre esta cuestión no se consideran definitivos.
3. ¿Qué recomiendan los médicos?
Ante la certeza de que la fiebre es dañina para el feto, y la sospecha de que el paracetamol tal vez pueda afectar a su desarrollo, los médicos recomiendan que las mujeres embarazadas tomen paracetamol para bajar la fiebre siempre que sea necesario, pero durante el mínimo tiempo posible y a cosis moderadas. Aconsejan tomarlo por prescripción médica y no como automedicación, ya que la automedicación comporta un riesgo de uso banal y abuso del fármaco.
4. ¿Cuáles son los datos sobre la relación entre paracetamol y autismo?
Algunos estudios han detectado una relación entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y la probabilidad de que los hijos desarrollen TEA o TDAH. Estos estudios no han establecido que la relación sea causal, ya que podrían influir variables que no se han contemplado. Por ejemplo, si la madre tiene fiebre y toma paracetamol, la mayor probabilidad de trastornos de neurodesarrollo podría debersea la fiebre y no al paracetamol.
Una revisión de 46 estudios sobre la cuestión publicada el mes pasado en Environmental Health ha confirmado que la mayoría de los estudios detectan una relación estadística entre paracetamol durante el embarazo y trastornos de neurodesarrollo -aunque cuatro de los estudios concluyen que el paracetamol parece reducir el riesgo, no aumentarlo-. Los autores de la revisión advierten que la relación entre paracetamol y neurodesarrollo no tiene por qué ser de causa-efecto.
En la investigación más exhaustiva sobre la cuestión, publicada el año pasado en la revista médica JAMA, se han analizado datos de dos millones y medio de niños nacidos en Suecia entre 1995 y 2019, comparando parejas de hermanos de los que uno había estado expuesto a paracetamol durante el embarazo y el otro no. Al tener en cuenta variables como la herencia genética y el entorno familiar, la relación entre paracetamol y autismo desapareció.
5. ¿Mejor ibuprofeno que paracetamol?
En absoluto. El ibuprofeno y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) no se consideran seguros para el feto y se desaconsejan durante el embarazo. En el primer trimestre de gestación, algunos estudios sugieren que puede aumentar el riesgo de aborto y de malformaciones congénitas. En el tercer trimestre puede provocar un cierre prematuro de un vaso sanguíneo vital (el conducto arterioso), afectar a la función renal del feto y causar complicaciones en el parto. Por lo tanto, en caso de que la madre desarrolle fiebre alta durante el embarazo, el fármaco de elección es el paracetamol.
6. ¿Qué relación hay entre vacunas y autismo?
Donald Trump cree desde antes de ser presidente que las vacunas pueden causar autismo y su hijo Barron, nacido en 2006, no fue vacunado según el calendario de inmunizaciones recomendado por los pediatras, ha informado The New York Times.
Pero esta creencia no se basa en evidencias científicas, han advertido médicos e investigadores. “Los estudios han encontrado de manera repetida que no existe un vínculo creíble entre las vacunas infantiles que salvan vidas y el autismo. Esta investigación, realizada en muchos países y con la participación de miles de personas, se ha extendido a lo largo de varias décadas. Cualquier intento de tergiversar datos científicos sólidos y contundentes representa una amenaza para la salud infantil”, señala la Academia Americana de Pediatría en un comunicado difundido el lunes después de la comparecencia de Trump sobre el autismo.
El estudio que más influencia ha tenido sobre la relación entre vacunas y autismo, considerado el estudio fundacional del movimiento global antivacunas, resultó estar basado en datos deliberadamente falsificados. Publicado inicialmente en 1998 en The Lancet, el estudio fue retractado en 2010 y a su autor, Andrew Wakefield, le fue retirada la autorización para ejercer la medicina. Una investigación periodística reveló en 2004 que Wakefield preveía ganar una cantidad estimada en 43 millones de dólares al año vendiendo tests de diagnóstico vinculados a los supuestos efectos perjudiciales de las vacunas.
7. Entonces, ¿por qué aumentan los casos de autismo?
La prevalencia del trastorno del espectro autista (TEA) en niños de 8 años de EE.UU. ha aumentado de un caso por cada 150 niños en el año 2000 a uno por cada 31 en 2022, según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El incremento se explica por un cambio en los criterios de diagnóstico, que han ampliado los supuestos en que una persona puede ser diagnosticada con TEA, y a una mayor concienciación de las familias, que buscan atención médica y psicológica para casos que antes no se detectaban. Así, mientras en el pasado se detectaban mayoritariamente cuadros de autismo profundo, ahora son mayoría cuadros más leves dentro de la gran diversidad del TEA.
No se ha detectado un aumento de casos de autismo profundo, ni un aumento real de cuadros más leves, por motivos ambientales.