Inés Hernand sobre su polémica: “Ojalá la gente se indignara por las cosas que importan”

Sobremesa

La presentadora confiesa pasión por la cocina mexicana en Sobremesa by Square y reflexiona sobre las oportunidades que brindan los sistemas digitales de gestión para restaurantes

Inés Hernand durante la entrevista

Inés Hernand durante la entrevista

The Lemon Juice Films
Inés Hernand sobre su polémica: “Ojalá la gente se indignara por las cosas que importan” Video

El primer capítulo de Sobremesa by Square se estrena con una invitada de lujo: Inés Hernand. 

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Espontánea, imprevisible, sin filtro, excelente conversadora y apasionada del buen comer. Todo lo anterior y mucho más define a la presentadora Inés Hernand, ganadora de la pasada edición de Masterchef Celebrity y protagonista del primer capítulo de Sobremesa by Square, un espacio de charla y disfrute gastronómico en algunos de los restaurantes más sorprendentes del momento. Tras este suculento proyecto se encuentra Square, una plataforma de pagos que integra múltiples herramientas de gestión de negocio. Un software intuitivo apto para empresas grandes, medianas y pequeñas. Para que, como ellos mismos explican desde su perfil de Instagram, ‘los que hacen, sigan haciendo’.

Inés Hernand y Kevin Casas en uno de los momentos de la entrevista

Inés Hernand y Kevin Casas en uno de los momentos de la entrevista 

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Comer bien requiere patear mucho la calle

Sal Mestiza es un punto de encuentro con la gastronomía y la coctelería mexicana. Una cantina contemporánea con platillos imaginativos que ensalzan la esencia de México, pero con un toque de frescura, cuando no de insolencia culinaria. Para muestra el Guacamole con chicharrón crujiente del que da buena cuenta Hernand mientras confiesa algunas de sus recomendaciones foodie favoritas. “Cuando empecé a ganar dinero, tenía claro que me iba a permitir dos de mis grandes pasiones: viajar y comer bien. ¿Sabes que he hecho viajes solo para comer? Me encanta conocer sitios que aún no se han puesto de moda, de esos para insiders que aún no salen en las guías de turismo. Encontrar un local donde comer bien requiere patearte mucho la calle y entrar en el que da buenas vibras”, reconoce la presentadora.

Uno de los tacos del restaurante Sal Mestiza

Uno de los tacos del restaurante Sal Mestiza 

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Tanto si es un restaurante, como si es un bar de tapas de los de batalla, Hernand exige “autenticidad, compromiso y amor por la hostelería. Y que no se copien de otros. Cuando vas al noveno restaurante de gyozas con mojo de vinagre balsámico notas que falta una dirección de cocina”. Precisamente, para que los hosteleros concentren todos sus esfuerzos en crear esas experiencias diferenciales, Square se encarga de todo lo demás. 

Entre otras cosas, agiliza el trabajo de pedidos y cobros en caja. Así se evita que se formen colas interminables, sobre todo, los fines de semana. Pero también proporciona herramientas muy interesantes para el hostelero, como estadísticas de qué platos se venden más y a qué hora. Saber que la tarta de zanahoria triunfa los sábados a las seis de la tarde permite aumentar la oferta de esa referencia y ampliar las ganancias para el hostelero y la satisfacción de los clientes. O información sobre los alérgenos de cada plato, para que el camarero pueda advertir con toda seguridad.

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A cocinar también se aprende

Hernand todavía recuerda el día que le propusieron concursar en Masterchef. Aceptó, pero se tuvo que poner la pila para aprender a moverse entre fogones como pez en el agua. “Es un talent culinario. Tienes que saber cómo se despieza un pollo, qué es el apionabo, cómo hacer un crujiente o cuáles son los puntos de la carne. Yo le pedí consejo a Arkano y me recomendó a su chef-profesor, Raúl Marín, que hoy ya es un amigo”, explica. Fueron días de grabaciones intensivas, aunque, como ella misma reconoce, “yo he trabajado muchísimo en la hostelería mientras estudiaba la carrera y siento que soy una privilegiada por hacer lo que me gusta. ¡La de veces que he limpiado los cubos de basura del KFC de la calle Gran Vía, o, los baños del Foster Hollywood!”.

Inés Hernand y Kevin Casas en uno de los momentos de la entrevista

Inés Hernand y Kevin Casas en uno de los momentos de la entrevista

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De aquellos tiempos le queda un enorme respeto por quienes se atreven a abrir un bar o un restaurante. “Es un sector muy exigente. Estás pendiente de los pedidos, de pagar a proveedores, de reducir las mermas… Llevar un negocio de hostelería en este país sí que me parece fuerte, no pasar por Masterchef”, resume. Ahora también hay días mejores que otros, pero es distinto. “Soy muy impulsiva, y unas veces sale bien, y otras, no tanto. Por suerte, tengo un entorno que me arropa un montón, desde mi pareja a amigos que me conocen desde hace 20 años y me ayudan a hacer autoanálisis cuando me he pasado de frenada. Que también te digo, la gente se indigna por unas cosas rarísimas. ¡Ojalá nos indignaran las cosas que de verdad importan!”, se queja al recordar la polémica que generó su intervención en una fiesta del Festival de Benidorm 2025.

Siempre hay que dejar propina

Cuando va a un restaurante tiene dos cosas claras. La primera es que, si sobra comida, no tiene ningún reparo en pedir una doggy bag, esa peculiar denominación anglosajona que se refiere a la bolsa donde el restaurante deposita aquellas viandas que el comensal no ha podido terminar durante su comida. “No lo hago por roñosería, pero es que la comida no se tira”, contesta con gesto serio. La segunda regla implacable es que siempre deja propina. “Siempre reviso la cuenta y dejo alrededor del 10% de propina”, explica mientras señala que agradece aplicaciones, como la de Square, que permite al cliente añadir la propina desde el propio terminal TPV.

Sobremesa by Square

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Gracias a este sistema, el cliente se ahorra el bochorno de sentir que no deja propina por no llevar dinero en efectivo, o por no llevar la cantidad fraccionaria que querría dejar. El software de Square añade un paso más el momento del pago de la cuenta, muy sencillo e intuitivo, donde el cliente elige si desea dejar propina u opta por terminar la transacción. Es tan simple como seleccionar la cantidad que irá destinada a los camareros y cargarlo a su tarjeta. Los establecimientos que ya disponen de este sistema reconocen que aumentan en un 80% las propinas de sus clientes.

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