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Tomar una copa en Madrid o Barcelona cuesta la mitad que en Nueva York o Zúrich

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Las ciudades españolas se encuentran entre las grandes urbes del mundo donde resulta más económico comprar una botella de vino, una cerveza o un café capuccino

Una cerveza de producción nacional en Madrid o Barcelona tiene un precio medio de 1,20 euros, según un informe del Instituto de investigación del Deutsche Bank 

Getty Images

Las ciudades de Madrid y Barcelona se encuentran entre las grandes urbes del mundo donde resulta más económico comprar una botella de vino, una cerveza o un café capuccino, según el informe Mapping the world's prices 2025, elaborado por el Instituto de investigación del Deutsche Bank. Según detalla el estudio, una botella de vino de gama media cuesta en torno a 5,90 y 6,90 euros en ambas ciudades, mientras que en lugares como Singapur, Zúrich, Yakarta, Seúl, Nueva York o Oslo el precio supera los 17 euros.

En cuanto a la cerveza de producción nacional, Madrid y Barcelona también se sitúan en la parte baja del ranking, con un precio medio de 1,20 euros, muy lejos de los 4,04 euros que se pagan en Sidney, aunque ligeramente por encima de ciudades como Shanghái, Pekín o Fráncfort, donde se puede conseguir entre 0,70 y 0,90 euros.

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El informe, que analiza el coste de productos y servicios en 69 ciudades del mundo, también señala que el café capuccino es relativamente asequible en ambas capitales españolas: 2,67 euros en Madrid y 2,41 en Barcelona. Estas cifras contrastan con los 5,75 euros que se pagan en Zúrich o los 1,33 euros en El Cairo, la ciudad más barata del listado para esta bebida.

Una botella de vino de gama media cuesta entre 5,90 y 6,90 euros en Madrid y Barcelona, mientras que en Singapur, Yakarta o Nueva York el precio supera los 17 euros 

Europa Press

Una comida de tres platos en un restaurante de gama media ronda los 69 euros en Madrid y Barcelona, una cifra muy por debajo de los más de 120 euros que puede costar en Nueva York, Ginebra o Zúrich, aunque los precios en las ciudades españolas han aumentado un 30 % en los últimos cinco años.