Las olas de calor disparan el consumo de platos preparados en España

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El fenómeno responde a un consumidor que no quiere cocinar “por falta de tiempo, de habilidades o de ganas”, algo que se acentúa en verano, cuando el calor invita a pasar menos tiempo en la cocina

¿Casero o quinta gama? Los platos preparados que nadie reconoce usar en los restaurantes

Neveras con platos preparados en un supermercado de Madrid.

Neveras con platos preparados en un supermercado 

Europa Press

España refuerza su posición como destino turístico de referencia mundial –solo por detrás de Francia– y su gastronomía es uno de los grandes reclamos. “Nuestra cocina es la segunda razón principal por la que nos eligen”, destacó Pablo de la Rica, responsable del Sector Horeca de la asociación de fabricantes y distribuidores (Aecoc). Sin embargo, las altas temperaturas y los cambios de hábitos impulsan una tendencia paralela: el auge de los platos preparados.

En los últimos tres años, este segmento ha registrado “un crecimiento cercano a las dos cifras, con propuestas cada vez más amplias y de mayor calidad, más próximas a la restauración”, según De la Rica. El fenómeno responde a un consumidor que no quiere cocinar “por falta de tiempo, de habilidades o de ganas”, algo que se acentúa en verano, cuando el calor invita a pasar menos tiempo en la cocina.

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En los supermercados, la oferta incluye desde tortillas de patata —con o sin cebolla— hasta pollo rebozado, hamburguesas, pizzas o elaboraciones asiáticas, muchas con un acabado “al más puro estilo casero”. Los turistas internacionales, habituados a estas opciones en sus países, valoran especialmente su disponibilidad y pueden llegar a elegir un establecimiento en función de su variedad.

Siguiendo la tendencia de la hostelería, en las zonas de más afluencia internacional el gran consumo adapta su oferta, incorpora cartelería multilingüe y, en sus estantes, productos icónicos de los principales mercados de procedencia de los turistas: Reino Unido, Francia y Alemania.

Según la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre), en 2024 los hogares españoles consumieron 702,27 millones de kilos de estos productos, un 6,6 % más que en 2023, lo que supone 17 kilos por persona. El Ministerio de Agricultura apunta que su consumo se ha multiplicado por cinco en las últimas dos décadas. En una encuesta del CIS del pasado junio, el 70 % de los españoles reconocía que la cocina doméstica está en retroceso.

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