Una nueva investigación ha revelado que las personas pierden el doble de peso cuando consumen alimentos caseros mínimamente procesados, en comparación con quienes siguen una dieta basada en alimentos ultraprocesados, incluso si estos últimos cumplen con las recomendaciones nutricionales oficiales. El estudio, publicado en la revista Nature Medicine y liderado por investigadores del University College de Londres, es el ensayo clínico más grande y prolongado realizado hasta el momento sobre el impacto de los ultraprocesados en la salud.
Durante 16 semanas, 55 personas con sobrepeso en el Reino Unido alternaron entre dos dietas distintas. Una consistía en alimentos mínimamente procesados como avena remojada, frutas frescas o espaguetis caseros; la otra, en productos ultraprocesados como barritas de desayuno, comidas preparadas o yogures bebibles. Ambas estaban diseñadas para cumplir con las pautas nutricionales oficiales del gobierno británico, incluyendo cantidades equilibradas de grasas, azúcares, fibra, frutas y verduras. A los participantes se les proporcionaron todos los alimentos necesarios y se les permitió comer sin restricciones de cantidad, tal como lo harían en su vida cotidiana.
Los resultados mostraron que la dieta basada en productos mínimamente procesados provocó una pérdida de peso promedio del 2 % en solo ocho semanas, mientras que la dieta ultraprocesada llevó a una reducción del 1 %. Aunque estas cifras parecen modestas, los investigadores estiman que, a lo largo de un año, los hombres podrían perder hasta un 13 % de su peso corporal con la dieta mínimamente procesada, frente a un 4 % con la ultraprocesada. Además, las personas que comieron alimentos menos procesados consumieron unas 290 calorías menos al día, en comparación con las 120 calorías menos de quienes siguieron la dieta ultraprocesada.
Resultados
Las personas que comieron alimentos menos procesados consumieron unas 290 calorías menos al día
Los investigadores señalan que quienes siguieron la dieta casera experimentaron un mayor control del apetito y menos antojos, lo que podría explicar el menor consumo de calorías y la mayor pérdida de peso. Sin embargo, muchos participantes consideraron los alimentos ultraprocesados más sabrosos, lo que resalta su atractivo comercial. A pesar de esto, los beneficios metabólicos fueron más evidentes con la dieta basada en comida real: los participantes mostraron una mayor reducción de grasa corporal, especialmente grasa visceral, y mejoras en los niveles de triglicéridos, un factor de riesgo cardiovascular.

Las barritas de proteínas son alimentos ultraprocesados con azúcares añadidos
De forma inesperada, los niveles de colesterol LDL —conocido como colesterol “malo”— se redujeron más en quienes siguieron la dieta ultraprocesada. Este hallazgo sorprendió a los investigadores y sugiere que, si se diseñan cuidadosamente, algunos productos ultraprocesados podrían tener beneficios específicos para ciertos indicadores de salud. Aun así, los expertos coinciden en que la calidad del procesamiento influye en los resultados y que no todos los alimentos ultraprocesados son iguales.
Los ultraprocesados son productos fabricados industrialmente que contienen múltiples ingredientes, muchos de ellos aditivos y conservantes que no se usan en la cocina casera. Suelen ser altos en calorías, grasas saturadas, azúcares añadidos y sal, y bajos en fibra. Diversos estudios han vinculado su consumo con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y depresión.
Aunque este estudio logró que ambas dietas cumplieran con las recomendaciones nutricionales oficiales, los resultados muestran que el grado de procesamiento tiene un impacto importante en el apetito, la saciedad y la pérdida de peso. Según los autores, el mensaje principal es que una alimentación basada en ingredientes frescos y mínimamente procesados es más eficaz para controlar el peso y mejorar la salud, incluso si los alimentos ultraprocesados se diseñan para ser “saludables”. Para los expertos, lo ideal es elegir productos con menos sal, azúcar y grasas, más fibra, y evitar aquellos con listas interminables de ingredientes difíciles de pronunciar. Comer más alimentos naturales y preparados en casa sigue siendo una de las mejores estrategias para mantener una dieta saludable.