La mítica fábrica de loza La Cartuja Pickman, fundada en 1841 en Sevilla, pone fin a más de 180 años de historia. La empresa propietaria, Ultralta, ha pedido al Juzgado Mercantil número 3 de Sevilla su liquidación definitiva después de no poder cumplir los acuerdos de pago con Hacienda y la Seguridad Social.
La compañía arrastra graves problemas económicos desde hace años. En los últimos meses, Hacienda embargó sus cuentas por una deuda de más de 700.000 euros, mientras que el Fondo de Garantía Salarial y la Seguridad Social reclaman otros importes que elevan la deuda total a más de dos millones de euros. A pesar de los intentos de negociar plazos o conseguir financiación, la empresa no logró asumir los pagos exigidos.
La fábrica cuenta con 32 trabajadores que afrontan un despido colectivo
Los problemas vienen de lejos. En 2019, Ultralta entró en concurso de acreedores por una deuda heredada del anterior propietario. Aunque el Tribunal Supremo le dio la razón en 2023, el paso del tiempo, la pandemia, la subida de costes energéticos y la falta de crédito acabaron por agravar su situación. La dirección incluso estudia pedir responsabilidades a la Seguridad Social por el papel que, a su juicio, tuvo en el deterioro financiero de la empresa.
La fábrica cuenta con 32 trabajadores, que se encontraban en un ERTE y ahora afrontan un despido colectivo. Los empleados denuncian retrasos en los salarios y aseguran que llevan años sin subidas de sueldo. El sindicato CCOO ha convocado una asamblea para analizar los pasos a seguir tras el cierre.
La Cartuja Pickman cierra una etapa de casi dos siglos ligada a la historia industrial de Sevilla. La empresa ya había vendido en 2022 sus marcas históricas a otra compañía, y ahora prevé liquidar sus últimas existencias mediante ventas de liquidación.
La Cartuja, que logró sobrevivir a guerras, crisis y cambios de siglo, no ha podido resistir la presión económica. Su cierre supone el final de una de las fábricas más emblemáticas de la industria sevillana.


