¿Por qué te sientes cansado después de comer aunque sigas una dieta equilibrada?

Nutrición

Hábitos aparentemente saludables, como desayunar fruta o tomar batidos, pueden disparar los niveles de azúcar y provocar este cansancio

Alimentos que te hacen sentir cansado

La apnea del sueño provoca fuerte somnolencia durante el día

El cansancio repentino después de comer puede indicar un desequilibrio metabólico relacionado con el azúcar. 

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Sentirse somnoliento, irritable o con hambre poco después de una comida puede ser algo más que un simple bajón de energía. Cada vez más expertos alertan de la llamada “fatiga por azúcar”, un desequilibrio metabólico provocado por los picos y descensos bruscos de glucosa en sangre, incluso en personas que creen seguir una alimentación saludable.

El doctor Satoru Yamada, médico internista y especialista en diabetes en Japón, advierte en una entrevista con Europa Press de que este fenómeno está creciendo “de manera constante pero silenciosa” y afecta incluso a quienes hacen deporte con regularidad. “Curiosamente, muchas personas no creen que les afecte directamente”, señala.

Según Yamada, la fatiga por azúcar aparece cuando consumimos más hidratos de carbono de los que el cuerpo necesita, algo que puede ocurrir tanto con productos claramente dulces como con alimentos percibidos como saludables. “Una sintomatología muy común sería sentirse somnoliento o cansado después de comer. También volver a tener hambre enseguida, perder la concentración, irritarse con facilidad o notar pesadez detrás del cuello”, explica.

La ‘fatiga por azúcar’ explica la somnolencia, el cansancio o la irritabilidad que muchas personas sienten tras comer, incluso siguiendo una dieta aparentemente saludable

Ignorar estos episodios de manera repetida puede aumentar el riesgo de diabetes, hipertensión y envejecimiento prematuro, advierte el especialista.

Algunas rutinas muy extendidas están detrás de esta montaña rusa de glucosa. Una de ellas es desayunar únicamente fruta. “La fructosa y otros azúcares de la fruta pueden convertirse en triglicéridos, facilitando la aparición de obesidad e hígado graso”, explica Yamada, autor del libro La fatiga por azúcar.

Otro error común es optar por zumos y smoothies para empezar el día. Aunque parten de ingredientes naturales, concentran grandes cantidades de azúcar y provocan subidas rápidas de glucosa. A ello se suma que, por la mañana, los ritmos biológicos ya tienden a elevarla de manera natural. Por eso, el especialista recomienda que el desayuno sea bajo en hidratos de carbono y priorice proteínas y grasas, que ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.

También alerta sobre los yogures bajos en grasa, que suelen compensar la ausencia de grasas con cantidades elevadas de azúcares y fructosa, contribuyendo a la hiperglucemia postprandial.

Muchos yogures bajos en grasa esconden grandes cantidades de azúcares añadidos, capaces de generar hiperglucemia postprandial

El consumo de bebidas energéticas, habitual entre quienes buscan mejorar su rendimiento físico o mental, tampoco sale bien parado. Una lata estándar contiene unos 27 gramos de carbohidratos por cada 250 ml. “Al tomarlas se nota un aumento rápido de energía, pero poco después aparece una bajada brusca que genera cansancio”, apunta Yamada. Este ciclo puede repetirse varias veces al día y contribuir a la fatiga por azúcar.

La ecuación es clara: un consumo excesivo de azúcar provoca un pico de glucosa, seguido de una fuerte liberación de insulina y, posteriormente, de una bajada repentina. El resultado es una combinación de somnolencia, fatiga y hambre repentina.

Con el tiempo, este ciclo puede desencadenar acumulación de grasa, inflamación crónica y resistencia a la insulina. “Estos procesos incrementan el riesgo de enfermedades metabólicas y de envejecimiento prematuro”, concluye Yamada.

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