Dormir bien no es solo cuestión de suerte. Después de un día agotador, no hay nada más frustrante que dar vueltas en la cama sin poder pegar ojo. El estrés, las preocupaciones o el simple desorden de horarios nos roban ese descanso tan necesario. Pero, ¿y si existiera una solución sencilla y natural? La clave, según los expertos, está en un alimento tan común que sorprendería a cualquiera: el kiwi.
El cardiólogo Aurelio Rojas lo tiene claro. Numerosos estudios han demostrado que consumir esta fruta apenas una hora antes de acostarse puede reducir el tiempo necesario para dormirse en hasta un 50 %. No solo eso: también mejora la calidad del sueño de manera similar a algunos medicamentos utilizados para combatir el insomnio.
Grandes beneficios
¿Por qué el kiwi ayuda a conciliar el sueño?
La razón principal es su alto contenido en serotonina, una hormona crucial para regular el ciclo del sueño. Además, es una fuente excelente de vitamina C y carotenoides, dos sustancias con propiedades antiinflamatorias que favorecen un descanso más profundo y reparador.
Rojas insiste en que el kiwi no solo ayuda a conciliar el sueño más rápido, sino que también prolonga su duración. Para quienes lidian con noches interminables, despertares constantes o un descanso poco efectivo, este pequeño cambio en la rutina puede marcar una gran diferencia. “Las personas que lo toman se duermen un 50 % antes”, asegura el especialista, destacando la eficacia del fruto frente a otros métodos más invasivos o artificiales.
Alternativa a los fármacos
Cómo y cuándo tomarlo para obtener resultados
Y no hace falta complicarse. Lo ideal es tomar uno o dos kiwis una hora antes de irse a la cama. Simple, natural y, además, delicioso. A diferencia de otros remedios, no hay efectos secundarios ni contraindicaciones relevantes, por lo que cualquiera puede probarlo. Eso sí, como cualquier recomendación, la clave está en la constancia. Una semana puede ser suficiente para notar resultados sorprendentes.