Escoger la fruta y la verdura más fresca en la frutería, el mercado o el supermercado no siempre es tarea fácil. Hay ocasiones en las que se puede observar a simple vista que un producto está próximo a considerarse pocho –como un plátano con muchas manchas oscuras y textura blanda–, o bien falto de maduración –como un plátano demasiado verde–.
Sin embargo, en otros vegetales no es tan fácil dilucidar si se encuentran frescos y, además, carnosos. Es el caso de los cítricos, cuyo exterior muchos pueden creer que no revela pistas sobre su interior. Pero se equivocan, porque según una verdulera, hay una serie de detalles en los que podemos fijarnos para llevarnos a casa la naranja, la mandarina, el limón o el pomelo más jugoso.
Cómo escoger las frutas cítricas más carnosas
Desde el perfil de Instagram @paulinacocina (4,7 millones de seguidores) recopila consejos de su verdulera para comprar mejor fruta y verdura. Entre ellos, desvela en qué debemos fijarnos para saber si un cítrico, como una naranja o un limón, es más cáscara que pulpa o si, por el contrario, nos estaremos llevando a casa la más sabrosa, llena de carne y jugo.
El primer indicativo es su piel, “los buenos tienen color parejo, piel lisa”, indica Paulina. Si, por el contrario, la cáscara es muy gruesa o de textura esponjosa, tendrá menos jugo en su interior.
“Y lo más importante”, añade, “tienen que ser pesados”. Promete que cuanto más pese el fruto cítrico, más fruta y jugo tendrá en su interior. Así pues, no hace falta que aprietes una por una todas las naranjas del expositor, sino que basta con que la sostengas en la mano para constatar su peso.
En la misma publicación, Paulina también revela que si aprietas un aguacate por el centro para saber si está listo para comer, lo estás haciendo mal. “El aguacate se aprieta en la punta, ahí te vas a dar cuenta de si lo puedes comer hoy, mañana o pasado”, matiza.
En cuanto a la elección de los pepinos, también deberán presentar un color uniforme en su piel, sobre todo en las puntas, las cuales han de mostrar un tono más intenso. “Eso te indica que está fresco y que va a tener buen sabor”, añade. Y, de nuevo, el peso también es importante.
Por último, comparte claves para escoger las cebollas más frescas: tienen que tener la piel brillante, firme y que no se despegue de la cebolla; además, los pelitos de la base, “cuanto más largos, más fresca está la cebolla”, concluye la experta.