Antes de decidir si deshacernos de un alimento ya caducado, lo primero que tenemos que hacer es comprobar si tiene fecha de caducidad o de consumo preferente. Son dos conceptos que a menudo confundimos y que no significan lo mismo, cosa que nos puede llevar a deshacernos de alimentos que están en perfecto estado por haber superado la fecha de consumo preferente y, lo que es peor, consumir alimentos efectivamente caducados creyendo que son inocuos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica las diferencias entre ambos conceptos: "La fecha de caducidad se indica en productos que son muy perecederos y con riesgo microbiológico: carnes y pescados crudos y frescos, que duran pocos días y donde puede haber bacterias patógenas. Una vez pasa la fecha de caducidad, el producto no debe consumirse, ya que hay riesgos de que se encuentre en mal estado, estropeado y puede incluso ser peligroso por la presencia de bacterias patógenas". Según la doctora y nutricionista Núria Monfulleda, del centro Loveyourself, en Barcelona, es importante ser rigurosos con las fechas de caducidad en el caso de los productos perecederos, es decir todos aquellos que guardamos en la nevera. "El olor es la mejor pista de que no debemos consumir un alimento, sin necesidad de orientarnos por la fecha de caducidad. Cuando una carne o un pescado empiezan a oler mal es señal de que están en mal estado", explica la nutricionista. En este sentido, es fundamental no adquirir nunca bandejas de carne o pescado que no incluyan fecha de caducidad. Por otra parte, la fecha de consumo preferente se aplica a productos bastante más duraderos y que son estables. Lo explica la OCU: "Una vez pasada esta fecha pueden haber perdido parte de sus propiedades, como presentar un sabor algo rancio, tener menos aroma o que este sea extraño, cambiar de textura, de color... Pero no hay riesgo microbiológico". Por tanto, consumirlos o desecharlos tiene más que ver con el paladar que con la salud, ya que su consumo "es totalmente seguro incluso pasados unos meses". Estos son algunos de los alimentos que podemos seguir consumiendo aunque caducaran en 2022 sin correr ningún riesgo.