A pesar de su nombre, la ginger beer o cerveza de jengibre no es una cerveza en el sentido clásico (no lleva malta ni lúpulo). Se trata de una bebida fermentada a base de jengibre, azúcar y agua, a la que se le puede añadir limón u otras especias. Durante la fermentación, los azúcares se transforman parcialmente y producen gas de forma natural, creando un refresco burbujeante, probiótico y sin alcohol (salvo trazas muy pequeñas en algunos casos).
Hacer ginger beer casera no es cosa de una tarde: es un proceso que requiere paciencia y unos días de fermentación. Sin embargo, conseguirás un refresco natural, bajo en azúcar, lleno de probióticos y, a diferencia de la kombucha, sin teína. Esta es la receta que proponen Manel García y Hannah Buschmann, de Addicted to Hummus.
Ginger beer
Ingredientes
Para el ginger bug (fermento base):
- 1 vaso y medio de agua
- 2 cucharadas de jengibre fresco rallado
- 1 cucharada de azúcar
(Durante una semana: añadir cada día 1 cucharada de jengibre y 1 cucharada de azúcar)
Para la cerveza
- 2 litros de agua
- 200 g de azúcar
- 4 a 5 cucharadas de jengibre fresco rallado
- 1 vaso y medio del ginger bug ya fermentado
- Zumo de 1 limón (opcional)
Elaboración
1. Prepara el ginger bug: mezcla en un bote grande 1 vaso y medio de agua, 2 cucharadas de jengibre rallado y 1 cucharada de azúcar. No lo tapes herméticamente, cúbrelo con un paño para que pueda salir el gas.
2. Durante 7 días, alimenta el fermento añadiendo cada día 1 cucharada de jengibre y 1 de azúcar. Sabrás que está listo cuando veas burbujitas en la superficie: eso significa que está vivo y fermentando.
3. Infusiona el jengibre: En una olla, pon 2 litros de agua con 200 g de azúcar y 4–5 cucharadas de jengibre rallado. Deja hervir durante unos 10 minutos.
4. Retira del fuego y deja enfriar alrededor de 1 hora. Filtra y mezcla
5. Cuela la infusión para retirar los trozos de jengibre y añade 2 litros de agua fría para equilibrar la temperatura.
6. Incorpora 1 vaso y medio del ginger bug y, si quieres, el zumo de 1 limón.
7. Llena botellas resistentes al gas (de cristal con tapa de rosca o flip-top), dejando siempre un poco de espacio vacío. Deja fermentar a temperatura ambiente entre 2 y 3 días.
8. Abre las botellas una vez al día para liberar presión y evitar que exploten.
9. Cuando ya esté bien carbonatada, guarda las botellas en la nevera. Servir bien fría.
