El chef Andreu Genestra se une a Lío Ibiza: así es la nueva cocina del club-restaurante más famoso de la isla, que además cumple 15 años

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El cocinero mallorquín, con una estrella Michelin y una estrella verde, ha aterrizado como director culinario del grupo Lío este verano 

 “Ahora el cliente elige langosta balear antes que vieira”, dice Genestra orgulloso sobre su nueva propuesta,  que mira mucho más hacia el producto local 

Andreu Genestra preparando uno de los nuevos platos de Lío

Andreu Genestra preparando uno de los nuevos platos de Lío

CLV

Hay lugares en el mundo donde suceden cosas increíbles, y luego está Eivissa, donde las experiencias suelen superar casi siempre cualquier tipo de ficción. Aunque esta temporada, superarse no era fácil, ya que la apertura de UNVRS -la nueva discoteca más grande del mundo- parece haber canibalizado a más de un club y ha habido, incluso, quienes se han visto obligados a tener que bajar la persiana alguna noche por falta de aforo. 

No ha sido el caso de Lío Ibiza, que este verano ha cumplido 15 años en plena forma y sin perder de vista a su público fiel; esa mezcla improbable de futbolistas (Messi es uno de sus asiduos), celebrities (como Leonardo Di Capri o Michael Jordan) y empresarios o políticos (entre ellos, Mariano Rajoy) que confunden la pista de baile con un sala de reuniones. Para celebrar por todo lo alto su aniversario llevan toda la temporada ofreciendo un cabaret a lo grande: Spectacularrr, cinco actos que viajan del circo a la latin party sin pestañear, un poco como si Fellini hubiera pasado una noche con Bad Bunny.

Uno de los momentos del nuevo show

Uno de los momentos del nuevo show

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La otra gran novedad no viene del escenario, sino de la cocina. Este verano, Andreu Genestra -chef mallorquín con una estrella Michelin y otra verde- se ha subido al barco de Lío para darle más sabor y sentido al cabaret. “Llevo en el grupo desde la apertura de Mallorca -recuerda-, luego ayudé con el pop-up de Londres y allí fue cuando Julio Bruno (al frente del grupo) decidió ponerme el título de Culinary Director. Parece que la jugada ha salido bien”. Desde entonces, su misión es tan simple como imposible: que la cocina brille tanto como el stripper aéreo que esta temporada llega al escenario ataviado de aeronauta. 

Para celebrar su aniversario llevan toda la temporada ofreciendo un cabaret a lo grande: Spectacularrr

Dice Genestra que su nuevo cargo le ha permitido poner orden en una casa que, tras separarse de Pacha en 2023, necesitaba reglas propias. Antes cada Lío iba a su bola -Ibiza por un lado, Mykonos por otro, Mallorca en su mundo-. Ahora hay una base común y también guiños locales: “En Eivissa gustan el caviar y el marisco; en Mallorca, las carnes y la langosta, que es la reina de la carta. Había que apostar más por la gastronomía de cada lugar. Nunca ha habido tanto producto local como ahora”. 

Al parecer los cambios del cocinero mallorquín están calando, y el cliente internacional de alto perfil que visita Lío ha dejado de mirar al wagyu japonés para enamorarse de la ternera española, o a elegir langosta balear antes que vieira. “Si quiero vender un romesco, lo hago más picante y quito la sriracha de la carta. En Lío Mallorca hay clientes que han repetido en la misma temporada 5 veces. Todo un hito”, añade Genestra. 

La sala de Lío Ibiza, con Dalt Vila al fondo

La sala de Lío Ibiza, con Dalt Vila al fondo

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La noche en el local de Ibiza, donde comenzó toda la andadura del grupo, empieza mucho antes de que se enciendan los focos. Basta pasear por el puerto deportivo de Marina Botafoch -donde se ubica Lío- para entender el ecosistema en el que uno se sumergirá: boutiques de lujo que brillan como neones, relojes en las muñecas que resplandecen más que la luna y yates atracados como si fueran scooters. El desfile humano es otro espectáculo: camisas abiertas hasta el ombligo, tacones imposibles, diamantes a gogo... Y entonces al fondo -con Dalt Vila a lo lejos iluminada como si fuera una postal- aparece Lío, esa cueva de Alí Babá donde el oro se cambia por champán y la llave de entrada es la actitud.

El cliente internacional que visita Lío ha dejado de mirar al wagyu japonés para enamorarse de la ternera española

Adentro, todo está dispuesto como un anfiteatro de la perdición: mesas mirando al mar, una pasarela que late como escenario y una penumbra diseñada para que todo brille. La música arranca -este año el gran hit es, evidentemente, uno de los temas más virales de Instagram- , los bailarines irrumpen y Spectacularrr hace honor a su nombre. Cinco actos -Circus, Cinema, Savage, Sexy y Party- que arrastran al público en un torbellino de emociones: un segundo estás hipnotizado por una acróbata suspendida en el aire apoyándose sobre un solo brazo; al siguiente, gritas un estribillo latino mientras la sala se convierte en un carnaval, y unos minutos después, un hombre eufórico lanza al aire su camisa y esta acaba aterrizando en tu plato. 

El tartar de gambas que sirven en Lío Ibiza

El tartar de gambas que sirven en Lío Ibiza

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La cocina de Genestra lejos de competir con el show, trata de dialogar con él, aunque lo haga iluminada solo por una pequeña lamparita. “Hay que entender que no somos ni un  restaurante al uso, ni una discoteca. Aquí todos tenemos que convivir, la luz no nos puede romper el show, hay que hacer un matrimonio”. Los platos que se ofrecen son frescos, ácidos, sin exceso de grasas para la gente pueda bailar mientras come. 

Lo primero que llega a la mesa es un steak tartar de waygu con mostaza y berros, después un delicioso tartar de gamba roja de la zona con limón, vainilla, manzana y caviar acompañado con mantequilla de café de Paris; y más tarde dos de los bocados que más triunfan en la sede ibicenca: el cucurucho de atún marinado con aguacate y perejil y el taco de cangrejo real con huevos curados de salmón. El último plato, los pacheri de caccio y pepe, confirman el exceso de Lío: nunca habíamos visto tanta trufa melanosporum asomando por encima de una pasta. Para acabar; buñuelos de pistacho y caviar, una combinación excelente. Si hay algo que nos chirría es el uso de oro en algunos platos, algo ante lo que Genestra se defiende: “En la vida hay que torear en la plaza donde nos designan, en Lío tengo que adaptar mi recetario a lo que demanda al cliente. A veces el imponer, causa problemas”. 

En la vida hay que torear en la plaza donde nos designan, en Lío tengo que adaptar mi recetario a lo que demanda al cliente

Andreu Genestra

La noche termina hora más tarde con un estallido de falsos billetes en el aire y con algunos de los clientes bailando casi por encima de las mesas. Quince años después, Lío Ibiza sigue siendo el lugar donde la cena termina en fiesta y la fiesta se convierte en liturgia. Sin duda, habrá quienes la acabaron siguiendo después en el club. 

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