No es fácil conseguir un rizador fácil de utilizar, que estropee mínimamente el pelo y sea de calidad. Pero hemos encontrado uno que cumple todos estos requisitos y encima está de oferta. Es de Remington, la marca que ya lleva casi 90 años fabricando productos para el cuidado personal.
Hoy desde El Comprador de La Vanguardia te enseñamos el rizador PROluxe para que puedas crear ondas voluminosas en un abrir y cerrar de ojos. Puedes conseguirlo ahora en Amazon con un 35% de descuento.
Rizador de pelo PROluxe de Remington
Aprovecha hoy el 35% de descuento
Rizador de pelo PROluxe de Remington
El rizador de pelo PROluxe de Remington te ayudará a crear ondas que parecerán profesionales y te durarán todo el día. Tiene un revestimiento cerámico con la tecnología inteligente OptiHeat que canaliza el calor, aportando más temperatura a las partes gruesas de la parte superior del cabello y reduciéndola en las puntas, donde podría ser más dañino.
Está recubierto de GripTech que mejora los deslizamientos del pelo permitiendo hacer ondas sin esfuerzo. Esta tecnología también aumenta la resistencia y la fricción, especialmente en melenas con dificultades para fijar rizos. Además, el moldeador es de un diámetro de 25 a 38 mm para poder hacer diferentes peinados, rizos apretados u ondas más naturales.
Este rizador cónico tiene la opción de ajustar la temperatura desde los 120 °C hasta los 210 °C y tiene la función Pro+ 185 °C, para hacer rizos disminuyendo las consecuencias negativas del calor. Otra característica clave es su seguridad. Tiene bloqueo de temperatura, punta aislante, apagado automático y una funda resistente al calor.
5 motivos por los que comprar el PROluxe de Remington
- Resultados que duran todo el día
- Cuida el pelo con el modo Pro+ 185ºC
- Diferentes funcionalidades de seguridad
- Cable giratorio para un uso más versátil
- Calentamiento rápido en 30 segundos
El primer rizador de pelo no era eléctrico como los que conocemos en la actualidad, funcionaba con quemadores de gas y empezó a popularizarse a principios del siglo XX, en los hogares burgueses de París. Este invento, también es reconocido por ser una de las herramientas que potenciaron la independencia de las mujeres en los años 60.



