Perdonar una infidelidad no es fácil. Es una de las heridas más profundas que puede sufrir el alma: la traición de alguien en quien se confiaba, con quien se compartía lo íntimo, lo cotidiano, lo sagrado. No duele solo el acto en sí, duele la ruptura del pacto emocional, la pérdida de la seguridad, el quiebre de una historia construida entre dos.
Antonio Porcelli es un psicólogo y comunicador argentino. Su enfoque se centra en la capacidad de cambio y superación del ser humano. En uno de los vídeos publicado en su canal de TikTok ha hablado de la única manera de perdonar una infidelidad.
Imagen ilustrativa de una infidelidad
El único camino hacia el perdón
Efectos en nuestro cerebro. Porcelli compara el impacto de una infidelidad con el trastorno de estar sufriendo estrés postraumático: “El cerebro se queda en loading, como procesando sin poder entender lo que pasó”, empieza diciendo.
Al descubrir una infidelidad es importante no reprimir el dolor, para así poder superarlo.
Preguntas. En ese bucle mental nos solemos hacer preguntas sin respuesta: “¿Por qué lo has hecho? ¿Qué hice mal? ¿Qué tenía esa persona que no tengo yo?”, son solos algunas de ellas. La mente queda atrapada en lo que pasó, sin poder encajarlo ni entenderlo.
La infidelidad en edades avanzadas, a partir de los 60, puede estar motivada por causas diferentes a los engaños en otra etapa vital
¿Cómo reparar el daño después de una infidelidad? Porcelli afirma los pasos a seguir por cualquier pareja que tenga un interés genuino en recuperar el vínculo que les unió: “Recién cuando el arrepentimiento y la verdad están sobre la mesa es que una pareja empieza a tener una oportunidad de reparar el daño”, termina diciendo.
Reflexión. No todas las relaciones sobreviven a una infidelidad, pero muchas personas sí. Porque el proceso, aunque doloroso, puede convertirse en una oportunidad para crecer, sanar y conocerse a un nivel más profundo. Al final, no se trata solo de perdonar o no… se trata de elegir con el corazón y también con la razón.

