¿Alguna vez te has arrepentido de una compra hecha en un arrebato? No eres el único. Las compras impulsivas pueden desequilibrar nuestra economía sin que apenas nos demos cuenta. Por eso, Glen James, experto financiero y presentador del podcast My Millennial Money, ha compartido un método sencillo pero muy efectivo para evitarlo: la regla del 1%.
La propuesta es clara: si vas a realizar una compra no esencial, y su coste supera el 1% de tus ingresos anuales, deberías darte al menos 24 horas para pensarlo. Es decir, si ganas 50.000 euros al año, cualquier gasto superior a 500 euros debe ir acompañado de una pausa reflexiva. “La idea es crear una barrera mental entre tú y la compra no planeada”, afirma James, quien ha difundido esta estrategia a través de la cadena CNBC.
Una pausa que puede evitar el descontrol financiero
La regla no pretende ser una norma estricta, sino una herramienta para ganar perspectiva. Así lo sostiene también Bobbi Rebell, especialista en finanzas personales, quien la ha descrito como “una buena manera de mantener las cosas en perspectiva y tener una idea de si va a descarrilar tus finanzas”.

Ahorro
Las promociones agresivas, los mensajes como “¡última unidad disponible!” o el simple deseo de recompensa instantánea pueden llevarnos a justificar compras que, en realidad, no necesitamos. “Esta regla te recuerda que debes pararte a pensar en la compra”, explica Rebell. “Si realmente vas a utilizar la compra, está bien... pero si es solo un impulso del momento, es entonces cuando la regla del 1% puede ayudar a pasar del artículo —y en última instancia, ahorrar a lo grande”.

Glen James
Aplicar la regla del 1% también al ahorro. Curiosamente, este enfoque también se puede usar a la inversa. En lugar de gastar ese 1%, puedes decidir destinarlo al ahorro. “Piénsalo como un regalo para tu futuro yo”, sugiere Rebell. Así, lo que inicialmente iba a convertirse en una compra innecesaria, acaba reforzando tu colchón financiero.

Hijo y madre ahorrando
No obstante, la experta matiza que esta estrategia debe usarse con moderación. “Si aplicas la regla del 1% una y otra vez, puedes acabar gastando una cantidad tremenda de dinero. No es una cosa de usar y repetir”, advierte.