Con el final de agosto y la inminente vuelta al cole, llega también la necesidad de recuperar rutinas después de un verano marcado por horarios más relajados. Para muchos niños, volver a acostarse pronto tras semanas de acostarse tarde puede ser un desafío.
La psicóloga especialista en sueño Rafi López lo tiene claro: “No podemos dormir a los niños con un interruptor. Hace falta una preparación previa de días para reajustar el horario”, recoge el portal 324.cat.
Dos niños el primer día de colegio,
El impacto de la falta de sueño en los niños
Según explica la experta, los primeros días de clase pueden ser complicados si los pequeños no han recuperado su ciclo de descanso. “El problema es que la privación de sueño sostenida en el tiempo puede tener un impacto en el bienestar del niño: gestionan peor las emociones y están mucho más acelerados”, señala López.
Rafi López
Un buen descanso no solo influye en el humor o la energía. Durante la noche, el cerebro consolida lo aprendido y se libera la hormona del crecimiento, por lo que dormir bien es clave tanto para el rendimiento académico como para el desarrollo físico y emocional.
Cómo reajustar el reloj interno antes de septiembre. La psicóloga recomienda una transición gradual. En lugar de imponer de golpe el nuevo horario, sugiere acostar a los niños 15 minutos antes cada noche durante varios días hasta alcanzar la hora deseada. De este modo, el cuerpo se adapta de forma natural y el cambio no resulta tan brusco.
Los niños deben evitar los dispositivos electrónicos antes de dormir.
Además, crear una rutina nocturna relajante ayuda a preparar el cuerpo para dormir: una ducha, la cena ligera, lavarse los dientes y terminar el día con actividades tranquilas como leer. “Los niños no tienen un botón para dormirse, necesitan acompañamiento y señales que indiquen que llega el momento de descansar”, recuerda López.
Evitar pantallas y cenas pesadas. Otro de los consejos de la especialista es reducir los disruptores del sueño. La luz blanca de móviles, tablets, ordenadores o consolas inhibe la melatonina, la hormona que favorece el sueño. Por ello, recomienda desconectar de las pantallas al menos dos horas antes de acostarse. También advierte que los sopas pesados o ricos en cafeína pueden alterar el descanso.
Preparar el cuerpo y la mente para septiembre
La adaptación no es solo física, también mental. Hablar con los niños sobre lo que ocurrirá al día siguiente reduce la ansiedad y les ayuda a dormir más tranquilos. Para la psicóloga, dedicar un rato antes de acostarse a conversar en familia y anticipar la rutina del día siguiente aporta seguridad y confianza.
Con estos pequeños ajustes, la vuelta al cole será menos dura y los niños podrán afrontar el nuevo curso con energía, motivación y un descanso reparador.
