En un mundo como el que vivimos actualmente, no hay nada como recibir una sonrisa o que te hagan un favor para hacer sentir bien a una persona. Son pequeños gestos que realmente no cuestan nada, pero que son realmente caros de ver en días en los que la queja,el malestar o la falta de autocontrol parecen constantes.
Los expertos han demostrado con más de un estudio que prácticas simples y gratuitas pueden modificar la felicidad en cualquiera hasta en un 40%, demostrando que la amabilidad se puede cultivar para promover la sociabilidad, la tolerancia y la armonía.
¿Por qué las personas más amables suelen ser también las más solitarias?
Personas amables por naturaleza. Hay personas que, además, son amables por naturaleza. Sin embargo, también parece que terminan siendo las más solitarias. Sobre esto llama la atención la psicóloga clínica Silvia Severino, que explica de manera concisa el por qué de este fenómeno.
Según la experta en salud mental, la amabilidad profunda suele ir acompañada de alta sensibilidad, y eso provoca que las personas más buenas sean “las que más sienten”. Por ello, este tipo de personas tienden a “preocuparse demasiado, amar demasiado y dar sin medida”.
Según Silvia Severino, las personas amables llega un punto que se cansan de “dar demasiado”.
Aislamiento social. El problema no es sentir, sino lo que ocurre cuando el entorno interpreta ese rasgo de bondad como debilidad. La persona amable encadena decepción tras decepción y es entonces cuando llega el cansancio emocional, comenzando una paulatina retirada social. “Convencen a todo el mundo y a sí mismas de que están mejor solas”, explica la psicóloga.
Cuando la gente les pregunta si han cambiado, la respuesta es negativa. “No cambiaron, solo aprendieron”, señala Severino, que añade que “aprendieron que puedes entregar tu corazón entero, pero si la otra persona solo tiene las manos vacías, lo único que hace es tomar”.
Cuando las personas amables siempre están disponibles, otros pueden aprovecharse, lo que puede hacer que la persona amable se sienta usada o no valorada, reforzando su aislamiento. Es decir, cuando se dan cuenta de la unidireccionalidad de la relación, las propias personas retiran su amabilidad y se aíslan, pero como barrera de protección.
Además, las personas amables suelen priorizar el bienestar de los demás. Eso puede llevarlas a dar más de lo que reciben, lo que con el tiempo puede generar cansancio o sensación de soledad cuando no sienten reciprocidad.
Silvia Severino explica por qué las personas más amables suelen ser también las más solitarias.
Los comentarios. El vídeo ya cuenta con más de 864.700 reproducciones y tiene más de 74.200 ‘me gusta’ en la red social, convirtiéndose en viral, con casi un millar de comentarios que dan la razón a las palabras de la especialista. “Lo peor es que nos culpamos nosotros mismos cuando se van”, comenta uno de sus seguidores. “Cuando eres bueno siempre creen que estarás ahí. Es triste, pero es la realidad”, añade otro.
