Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 5,7 % de los adultos en el mundo padecen depresión, siendo esta y los trastornos de ansiedad los más comunes entre los problemas de salud mental. Más de mil millones de personas viven con algún trastorno mental, y la depresión afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. Además, los trastornos mentales representan la segunda causa principal de discapacidad a largo plazo, lo que subraya la necesidad urgente de incrementar los servicios de salud mental y la prevención a nivel global.
¿Te has sentido alguna vez sin energía, sin saber por qué? La depresión no siempre avisa. Sus primeros signos pueden ser sutiles: cansancio constante, desinterés por lo que antes ilusionaba o dificultad para concentrarse. Esperar a que se manifieste plenamente suele complicar el tratamiento y prolongar el sufrimiento. Por eso, los métodos preventivos son esenciales: intervenciones tempranas pueden marcar la diferencia entre una crisis profunda y una vida equilibrada.
Una taza representa un rostro triste
Síntomas de depresión
Síntomas emocionales
- Tristeza persistente o sensación de vacío.
- Pérdida de interés o placer en actividades que antes eran disfrutables.
- Irritabilidad o frustración fácil.
- Sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza.
Síntomas físicos
- Cambios en el apetito o el peso (aumento o disminución).
- Alteraciones del sueño: insomnio o dormir en exceso.
- Fatiga o falta de energía constante.
- Dolores físicos sin causa aparente (dolor de cabeza, espalda, estómago).
Depresion
Síntomas cognitivos.
- Dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar cosas.
- Pensamientos negativos recurrentes sobre uno mismo o el futuro.
- Ralentización del pensamiento o movimientos (en algunos casos).
Síntomas conductuales.
- Aislamiento social o evitación de responsabilidades.
- Descuidar la higiene o el cuidado personal.
- Conductas de riesgo o pensamientos de autolesión en casos graves.
Un hombre en terapia por depresión
Prevención
Tras identificar los síntomas, es fundamental conocer cómo podemos prevenir la depresión en nuestro día a día. Mario Gil Conesa, doctor especialista en medicina preventiva ha ha hablado de diez factores que reducen el riesgo de sufrir este trastorno.
Dieta sana y equilibrada. Es especialista afirma que el consumo de omega 3, que está presente en pescados y muchos más alimentos, ha demostrado ser un factor preventivo. Un estudio publicado en The Lancet analizó a 5.000 participantes durante cinco años, concluyendo el consumo regularde Omega 3 reduce el riesgo de depresión en un 20%.
Significado Vital. Encontrar actividades que den sentido a tu vida y a tu día a día: “Aprender algo nuevo, ayudar a otros, hacerles reír, son varios de los ejemplos”, afirma.
Estrategias. Se trata de herramientas de afrontamiento positivas, como la capacidad de reponerse a situaciones de adversidad, ansiedad o estrés. Como explica Mario Gil Conesa, ‘no se trata solo de comer bien, sino de cuidar todos los aspectos de la vida emocional’.
Hombre con depresión
Actividad física. Mario aclara que no se trata de practicar grandes cantidades durante el fin de semana, sino de forma diaria: “Caminar, moverse, subir y bajar escaleras, aparcar más lejos”, comenta.
Mindulness. Es la práctica de prestar atención plena al momento presente, sin juzgarlo ni intentar cambiarlo. Nos invita a observar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones corporales con curiosidad y aceptación, en lugar de reaccionar de forma automática. Más que una técnica, es una forma de entrenar la mente para vivir con mayor conciencia, calma y claridad, reduciendo el estrés y fortaleciendo el bienestar emocional.
Imprescindibles. Disfrutar de relaciones personales positivas, tener apoyo social y gozar de una autoestima alta son imprescindibles. Por último Gil destaca tener un sueño adecuado: “Una buena hora de irse a dormir, la calidad y la duración son importantes”, termina diciendo.
Estudio. Un estudio de cohorte español, publicado como “Seafood consumption, omega‑3 fatty acids intake, and life‑time prevalence of depression in the PREDIMED‑Plus trial”, encontró que una ingesta moderada de pescado graso o de ácidos grasos ω‑3 (aproximadamente 0,5‑1 g/día) se asoció con una menor prevalencia de diagnóstico de depresión en adultos, sugiriendo una posible relación en población española.
Reflexión. Prevenir la depresión no es solo evitar la enfermedad; es cuidar la vida emocional antes de que el sufrimiento se instale. Invertir en educación emocional, hábitos saludables y detección temprana fortalece tanto a las personas como a la sociedad. Actuar a tiempo es transformar la vulnerabilidad en resiliencia y garantizar que cada historia pueda escribirse con equilibrio, bienestar y esperanza.

