En un intento comprensible de proteger a sus hijos, muchos padres modernos caen en una trampa sutil pero profunda: allanarles el camino en lugar de enseñarles a caminar sobre él. Resolver sus problemas, anticiparse a sus errores, ofrecer soluciones antes de que pregunten. El resultado, paradójicamente, no es bienestar sino fragilidad.
El Dr. Daniel G. Amen es un psiquiatra estadounidense, autor de múltiples bestsellers y fundador de las Amen Clinics, una red de centros especializados en salud cerebral con sede en Estados Unidos. En uno de sus últimos vídeos en TikTok, el especialista ha reflexionado sobre la crianza de los hijos y su sobreprotección: “Si quieres que tus hijos sean mentalmente fuertes, no les resuelvas los problemas. Deja que lo hagan ellos”, empieza diciendo.

Un padre con su hijo
“Cuantos más problemas les resolvemos, menos competentes se vuelven”
Contraproducente. Amen sostiene que el error de muchos padres es intervenir constantemente para evitar que sus hijos sufran, pero actuar de esta manera contraproducente: “Cuantos más problemas les resolvemos, menos competentes se vuelven”, explica.

Padre educando a su hijo
¿Qué podemos hacer? El experto propone a los padres no dar la solución de inmediato. En su lugar, lo mejor es pronunciar frases que impulsen a la reflexión. La clave es dar espacio para que nuestro hijo piense por sí mismo: “No des tu opinión hasta que hayas hecho que lo piense”, recomienda.
Reflexión. Educar en la fortaleza no es abandonar ni exigir más de la cuenta, sino confiar. Confiar en que sabrán caerse y levantarse. En que serán capaces de pensar, decidir y crecer. En un mundo cambiante, enseñar a resolver problemas no es solo una habilidad útil: es un regalo que los acompañará toda la vida: “Si haces demasiado por ellos, les robas la oportunidad de crecer. La fortaleza mental no se impone, se construye”, termina diciendo Amen.