Las familias enfrentan una ecuación difícil: trabajar más para sostenerse o dedicar tiempo a cuidar de los hijos, sabiendo que eso implica renuncias económicas. En el centro del dilema está una verdad incómoda: la estructura laboral sigue sin adaptarse a la realidad de millones de hogares.
Eva Matsa es una maestra que acaba de tener un hijo. Recientemente ha publicado un vídeo en su canal de TikTok en el que reivindica una situación cada vez más común en muchas familias: “Si yo me quedo en casa cuidando a nuestros hijos y tú te vas a trabajar, una parte de tu sueldo es mía. Yo pensaba que esto estaba súper claro, pero se ve que no”, empieza diciendo.
Conciliación
“Como mínimo, no me racanees parte del dinero que entra en casa”
Decisión consensuada. Eva habla de aquellos casos en los que uno de los miembros de la pareja asume el rol de cuidador principal, mientras que el otro permanece en su puesto de trabajo. A raíz de eso, defiende que quien permanece en el hogar realizando tareas domésticas y de crianza también contribuye al bienestar del núcleo familiar y merece una parte del dinero que se gana mensualmente.
Decisión de no trabajar. La maestra habla de su caso particular y expone los motivos por los que ha decidido no trabajar durante este periodo de tiempo: “Si yo me voy a trabajar y lo único que estamos haciendo es cambiar dinero, es decir, entra un sueldo y lo vuelvo a sacar porque tengo que pagar a alguien para que se quede con los niños o para que limpie la casa, o para que cocine, o para que limpie la ropa, la arregle, la guarde y todo el jaleo a final de mes. A mí no me salen las cuentas para ir a trabajar. Eso si, todo va rodado, que si alguien se pone enfermo y esa semana no va al cole, ya me dirás tú qué hacemos. Por lo tanto, si yo me quedo en casa haciendo cosas y cualquier otra persona en el planeta, si estuviera en mi casa por hacer estas cosas, se llevaría prácticamente mi sueldo. Yo estoy trabajando dentro de casa, tú trabajas fuera”, explica.
Conciliacion masculina
Desventajas. Matsa también expone las desventajas que tiene la persona que decide quedarse en casa, como dejar de tener experiencia laboral o no poder cotizar: “Tu estás cotizando, tú sigues invirtiendo en tu vida laboral o incluso puedes llegar a ascender. Yo sigo en casa y si algún día necesito, quiero o puedo reincorporarme al mundo laboral, llevaré un desfase de X años sin tocar mi profesión, con lo que puede que esté incluso desactualizada; encontrar trabajo de mayor es mucho más difícil que empezar desde el escalón más bajo. Así que, como mínimo, no me racanees parte del dinero que entra en casa”, explica.
Defensa. Por último, la profesora defiende que una o varias veces al día, pueda tomarse pausas de 15 minutos o de una hora, mientras realiza tareas del hogar: “Si paro 10 minutos, 15, 20 o una hora al día, poco me parece, porque creo que en casi todos los trabajos del mundo la gente se toma un rato, aunque sea para levantarse de la silla y que le toque el sol”, termina diciendo.

