Comprar pescado fresco es, para muchos, sinónimo de salud, tradición y sabor. Más allá de la elección del producto, hay una parte crucial del proceso que suele pasar desapercibida: su correcta conservación y manipulación una vez cruzamos la puerta de casa.
El chef Ángel León, en un vídeo publicado en TikTok, ha dado una serie de consejos para poder conservar y disfrutar del pescado como lo haría un profesional.
Pescado fresco
No pases el pescado por el agua del grifo. Es uno de los errores más cometidos por parte de la población: “Esto no se puede hacer porque vamos a perder muchísimo sabor y sobre todo una baba que le sale al pescado, que es un protector que va a hacer que el vuestro pescado pueda durar tres o cuatro días más fresco”, explica el experto.
Pescado fresco
No seques el pescado con un paño ni con una servilleta. Su carne está compuesta en gran parte por agua, y eliminar esa humedad superficial puede deteriorar su textura, acelerar su oxidación y afectar negativamente su cocción. Además, al usar materiales que no son estériles, como un trapo de cocina, se corre el riesgo de contaminar el producto sin querer.
No marques el pescado con cortes de cuchillo a la hora de hacerlo a la brasa. El chef explica que al hacerlo solo conseguiremos perder jugo, sabor y agua.
¿Cuántas veces a la semana?
Recomendación. Según las recomendaciones nutricionales de la AESAN, lo ideal es consumir pescado entre tres y cuatro veces por semana, alternando entre pescados blancos (como merluza, lenguado o bacalao) y azules (como sardina, caballa o salmón). Esta variedad no solo ayuda a equilibrar los nutrientes, sino que también reduce la exposición a posibles contaminantes acumulables como el mercurio. En los niños, se recomienda incluir de dos a tres raciones semanales, priorizando las especies de menor tamaño y evitando aquellas con alto contenido en metales pesados. Para la población general, esta frecuencia forma parte de una dieta equilibrada y se alinea con los patrones de alimentación mediterráneos, donde el pescado no es solo un alimento, sino un pilar cultural y nutricional.

