Martina Torralbo, una joven estudiante española que actualmente reside en Estados Unidos, se ha hecho viral en TikTok tras publicar un vídeo donde compara el sistema educativo español con el estadounidense desde su propia experiencia. Bajo el título “¿Qué es mejor el colegio en Estados Unidos o en España?”, Martina lanza una reflexión que ha abierto debate en redes sociales: para ella, el modelo americano es claramente más favorable.
“En España te matas a estudiar y se resume todo en memorizar para el examen”, afirma con sinceridad. Frente a esto, valora que en Estados Unidos el aprendizaje resulta “más práctico, divertido e interesante”. Asegura que esa diferencia no solo mejora la comprensión, sino también la retención de conocimientos.
Una educación flexible y centrada en el alumno
Uno de los puntos fuertes que Martina destaca es la posibilidad de adaptar las clases al nivel del estudiante. “Si una clase te parece fácil, puedes cambiarte a otra más avanzada”, comenta. Además, menciona que en su instituto estadounidense incluso tuvo la oportunidad de cursar una asignatura con nivel universitario, concretamente español avanzado con examen AP (Advanced Placement), que permite convalidar créditos universitarios.
Una clase en Estados Unidos
Pero lo que más le ha sorprendido positivamente es el enfoque en el bienestar personal: “Aquí tienes tiempo para todo. Primero te diviertes y luego haces lo del colegio. Tu felicidad va primero”. Una frase que resume lo que, para muchos, debería ser el verdadero objetivo de cualquier sistema educativo: formar sin olvidar el bienestar emocional.
Luces y sombras del modelo americano
No todo es positivo. A pesar de su preferencia por el sistema estadounidense, Martina no oculta los aspectos negativos que ha encontrado en su día a día. El primero, la seguridad. Relata haber vivido varios simulacros de lockdown, es decir, confinamiento en clase ante posibles tiroteos: “Aunque te acostumbras, impacta saber que eso pasa en tu colegio”.
Captura de vídeo
También señala como inconveniente la falta de autonomía de los alumnos, ya que “la mayoría van en coche al instituto”. A ella le supone 15 minutos de trayecto, cuando en España apenas tardaba cinco minutos caminando.
En el plano social, lamenta la superficialidad de las relaciones entre compañeros. “Aquí todo el mundo está con el móvil. Cada día veo caras nuevas, como si nadie se conociera de verdad”, explica.
Otro punto débil es la alimentación escolar. Según su experiencia, los menús son repetitivos y poco saludables: “Predominan las hamburguesas y apenas hay opciones saludables”, por lo que recomienda llevar comida de casa si se quiere mantener una dieta equilibrada.
