Dejar el pañal es uno de los hitos más importantes en la infancia temprana, no solo para el niño, sino también para los padres. Elegir el momento adecuado para comenzar con el control de esfínteres no debería depender de la presión social, de comparaciones con otros niños, ni de exigencias externas como el ingreso al colegio. Cada niño es único, y su desarrollo debe ser acompañado con paciencia y empatía. Forzar este proceso antes de tiempo puede generar frustración, inseguridad e incluso retrocesos.
Eva Matsa es una madre con presencia en TikTok que ha publicado un vídeo ofreciendo recomendaciones para elegir el mejor momento para retirar el pañal a los más pequeños: “Aunque tu hijo cumpla dos años o entre en el aula de tres, si no está preparado, seguirá haciéndose pis encima”, empieza diciendo.

Pañales apilados encima de una manta
Cuatro señales clave que indican que un niño está listo para dejar el pañal
Desarrollo físico. Eva recomienda que no fijemos si nuestro hijo es capaz de mantenerse seco durante al menos dos horas o después de la siesta: “Tú ya sabes más o menos cuándo va a mear”, comenta.
Conciencia corporal. El niño habla del momento en el que va a hacer pipí y caca. Además, tiene la suficiente confianza para expresarlo sin miedo a represalias: “Incluso puede anticiparlo con un 'hare caca'”, afirma la experta.

Niños y niñas llevando pañal
Habilidades de autonomía. El pequeño es capaz de bajarse los pantalones y de sentarse en el orinal, sin tener que pedir ayuda. No hace falta que lo haga todo bien, pero sí que entienda lo que se le pide: “Puede decirle que cuando termine, se limpie y se suba los pantalones”, recomienda.
Deseo de imitar a los adultos. Se trata de una fase en la que muestran interés por la ropa interior o muestran incomodidad cuando llevan el pañal mojado: “Ya no se quieren sentar si están mojados o sucios, y eso también es una señal”, indica.
Mensaje final. Eva Matsa nos recuerda la importancia de no hace coincidir el momento de la retirada del pañal con eventos importantes como una mudanza, un viaje o la llegada de un nuevo hermanito: “Si el cuerpo y la mente no están preparados, da igual que te empeñes porque va a ser peor a largo plazo”, termina diciendo.