La verbena de Sant Joan es una noche mágica, llena de luz, fuego y tradición. Para muchos, los petardos representan alegría, celebración y el inicio del verano. Sin embargo, para muchos niños, esta festividad no se vive con emoción, sino con ansiedad y miedo. El estallido repentino de los petardos, el humo, el olor a pólvora y el ruido ensordecedor pueden resultar abrumadores. Algunos niños se tapan los oídos, otros lloran, se esconden o incluso tienen crisis de pánico.
Maria Giralt es la Jefa del Servicio de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia del Hospital Germans Trias i Pujol. En un vídeo publicado en el canal infantil de ”@Somsx3_” ha ofrecido una serie de consejos para preparar a nuestros hijos para que no lo pasen mal en una fecha tan señalada en el calendario.
Una persona enciende petardos durante la verbena de San Juan
“Puedes utilizar muñecos para representar escenas donde aparezcan petardos”
El miedo no es un problema. La experta señala que el miedo forma parte del desarrollo infantil y que no debería preocupar en exceso a madres y padres.
¿Cómo afrontar el miedo a los petardos? El primer paso es validar las emociones de los niños. No es recomendable hacer burla de las emociones ni decir que lo que está haciendo es una tontería: “En su lugar puedes decirle que entiendes que le den miedo los ruidos fuertes y asegurarle que a vuestro lado estará a salvo y no le pasará nada”, recomienda.
Castelldefels / Venta petardos
Preparación antes de la gran noche. Enseñar vídeos de lo que va a pasar o leer algún libro puede ser muy útil para que los niños entiendan lo que pasará: “Puedes usar muñecos que utilicen frecuentemente para representar escenas donde aparezcan petardos”, comenta.
Intenta que haga una siesta antes de la verbena. María explica que es recomendable que los niños estén descansados, porque regulan mucho mejor sus emociones en situaciones de estrés.
Ten consciencia de tu alrededor. La experta recuerda la existencia de niños con características concretas como el trastorno del espectro autista, que tienen hipersensibilidad al ruido: “Está bien conocer a nuestro hijo o hija pero también a sus amigos y los niños que estén a nuestro alrededor: “Lo que nunca debes hacer es una exposición brusca al miedo. Cada niño tiene su ritmo”, termina diciendo.

