Elegir una carrera profesional es una de las decisiones más trascendentales en la vida de un joven. Entre presiones familiares, expectativas sociales y el miedo a equivocarse, muchos se enfrentan a una pregunta que no siempre tiene una respuesta clara: ¿Qué quiero ser?
Malena Ballesta es una joven de 26 años que lleva cinco años trabajando de enfermera. En uno de los últimos vídeos de su canal de TikTok ha querido lanzar un mensaje que le habría gustado saber antes de empezar a estudiar su carrera: “Hoy vengo a quejarme”, empieza diciendo.

Enfermera inyectando una vacuna
“Estoy histérica simplemente de pensar que no voy a poder elegir”
Bolsa para acceder a una puesto en la sanidad pública. Malena habla de la situación que vive en la Comunitat Valenciana: “Es absolutamente precaria la situación en la que vivimos las enfermeras. No tenemos ningún poder de elección”, comenta.
No pueden escoger el sitio en el que van a trabajar ni tampoco el turno. La joven lamenta el poco poder de decisión y la frustración generalizada que sienten en el sector: “Además, tampoco puedes decir que no porque te penalizan seis meses. Medio año sin poder acceder a una puesto de trabajo en la sanidad pública”, advierte.

El grado de Enfermería lidera la lista de demandas laborales en España
Experiencia personal. Malena habla de los nervios que siente al tener que depender una decisión externa que condicionará su futuro más próximo: “Llevaba un montón de tiempo sin activarme en la bolsa porque estaba en otros empleos. Finalmente, hoy lo he hecho y muy probablemente mañana reciba la llamada. Estoy histérica simplemente de pensar que no voy a poder elegir, que lo que meden es lo que tengo que escoger”, termina diciendo.
Realidad. Los colegios profesionales y sindicatos han denunciado en repetidas ocasiones que este tipo de penalizaciones desincentivan la estabilidad laboral, generan rotación innecesaria y desgastan emocionalmente a quienes deberían ser cuidados por el propio sistema que representan.