Manuel Galisteo, funcionario de prisiones, sobre las técnicas que utilizan los presos para conseguir cosas del exterior: “Me echo las manos a la cabeza aún siendo parte del sistema porque no entiendo ciertas cosas”

En el engranaje del Estado, hay piezas que sostienen la estructura sin apenas reconocimiento. Una de ellas es la del personal funcionario de prisiones, ese colectivo que, día tras día, trabaja entre muros y cerraduras para que lo que ocurre puertas adentro no desborde hacia afuera. Su labor es fundamental para la seguridad, la rehabilitación y la estabilidad social.

Manuel Galisteo es un funcionario de prisiones que lleva 25 años ejerciendo esta profesión en el Centro Penitenciario de Archidona, Málaga. En una entrevista en 'Herrera en Cope' ha hablado de la realidad de su profesión: “Ser funcionario de prisiones en España es una profesión dificilísima, pero también súper, súper desconocida”, empieza diciendo. 

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“Los drones están de moda, no te imaginas la cantidad de cosas que están entrando”

Denuncia. El profesional ha denunciado la falta de recursos que existen y las que carencias con las que cuenta el sistema penitenciario de nuestro país. 

Facilidad para conseguir objetos prohibidos en prisión. Galisteo ha hablado de la facilidad que tienen los presos para poder conseguir objetos como teléfonos móviles, drogas o Wi-Fi: “Me echo las manos a la cabeza aún siendo parte del sistema porque no entiendo ciertas cosas. Esto es muy fácil: la mayoría de sustancias prohibidas, móviles, entran por permisos penitenciarios como por las comunicaciones, muchas veces sin querer ¿eh? Y los drones, los drones están de moda, no te imaginas la cantidad de cosas que están entrando”, relata.

Servicio a domicilio. El funcionario de prisiones relata con detalle el sistema utilizado por los presos, para utilizar drones: “Es tan fácil como poner el dron, las coordenadas o bien tripulado con su cámara por un piloto desde X kilómetros de distancia, la celda a la que tiene que ir, saca la mano como si fuera un Glovo, coge el pedido y ahí lo tiene”, explica.

Miedo. Galisteo finaliza su intervención hablando del miedo que sienten en su puesto de trabajo: “Es que entra de todo, de ahí nuestro miedo, cuando digo de todo es que puede entrar todo: una pistola o cosas peores”, termina diciendo.